En el Carmín los jóvenes solicitaban ¡agua, agua! y , siguiendo la murga, se echaron por la ventana unos cubos; pero no había las nuevas tasas por prestación del suministro de agua. Si fuese hoy seguro que como mucho tirarían un par de vasos. Hay cosas que no se explican los vecinos, muchos de los cuales vieron incrementado en un cien por cien su "recibo del agua" respecto al trimestre precedente. Claro que, a la vista de las ordenanzas, entradas en vigor este año, el incremento medio apenas debiera suponer cuatro euros ; pero tal vez las lecturas de contadores no se han practicado o no se han podido practicar el trimestre precedente y los consumos por encima de mínimo acumulados en la lectura real hayan hecho pasar parte del consumo a otro baremo. Hay hasta quien ve en ello la picaresca de cobrar parte de lo viejo con precios nuevos. Hay quienes creen más en la incuria que en la pillería. Seguro que la intención de mitigar esta subida congelando otras tasas no hará efecto político favorecedor. Quienes asocian ese brutal incremento a las nuevas tasas echan las manos a la cabeza y, más o menos, todos sabemos qué comentan.