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ROGELIO PANDO | Alcalde de Colunga y presidente de la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra

"El anterior mandato fue el peor que viví; ahora vamos todos en el mismo barco"

"Hay disposición para reflotar el Museo de Nava, a ver si el sector privado de la Fundación de la Sidra puede aportar más dinero"

Rogelio Pando. M. N. MORO

El alcalde de Colunga, Rogelio Pando, es presidente de la Mancomunidad Comarca de la Sidra desde el principio del presente mandato, si bien llevaba desde 2003 ejerciendo el cargo de vicepresidente. Le llega el turno en un momento complicado en el que los concejos pretenden recomponer una mancomunidad resquebrajada por la crisis y por las dificultades económicas del Museo de la Sidra,

-¿Cómo se llevan los dos cargos a la vez?

-Bien, pero te genera mucho trabajo. En todo caso, como yo siempre fui vocal y ocupaba la vicepresidencia, es seguir la rutina de lo que tenía, con un poco más de trabajo. Ser presidente requiere estar presente en más actos. Es otro tipo de representación. Aunque estoy trabajando sin gerente y con la secretaria de baja desde hace un tiempo, fui tirando con los funcionarios que hay, a los que tengo que felicitar porque hacen un buen trabajo y sacamos todas las cosas adelante. De hecho, tenemos ya el presupuesto, a la espera de que se incorpore la secretaria para llevarlo al Pleno.

-¿Cuándo tienen pensado aprobarlo?

-Espero que no vaya más allá del mes de febrero.

-Hablan de que la situación económica no es buena. ¿Se traducirá en un presupuesto bajo?

-El presupuesto en el que estamos trabajando está en algo más de 2 millones de euros. Es continuista, similar al del año pasado. Cuando entré estábamos con alguna deuda, con los pagos algo retrasados, y el año pasado se mejoró mucho, no se acabó en negativo. Los ayuntamientos están más o menos cumpliendo y eso es fundamental. Estamos en una situación más o menos decente. Se puede trabajar. Tenemos que seguir en esta línea.

-¿Hay prioridades presupuestarias este año?

-No. La mayor partida es de personal y el resto de capítulos están destinados a seguir dando los servicios que hemos venido prestando a los ayuntamientos, sobremanera a los más pequeños: servicios sociales, educación, obras, parque de maquinaria, plan de drogas, información juvenil, promoción del asturiano, el centro asesor de la mujer, los servicios informáticos, la prevención, el archivo. Tras el de personal, el capítulo más grande es el de servicios sociales.

-Muchos alcaldes han dicho que mantener los servicios es ya un logro.

-Sí. Es un éxito prestar todos los servicios que estábamos prestando, aunque haya habido que reajustar. Aunque otras mancomunidades desaparecieron, la nuestra sigue ahí y es un modelo de mancomunidad en Asturias. Por ejemplo, el servicio de comida a domicilio no se da en cualquier parte, y la gente está contenta. Nuestra voluntad es seguir trabajando así.

-Hubo una época en la que se ponía en duda la comarca. ¿Ha pasado ese tiempo?

-El mandato pasado fue el peor que viví yo en la comarca. Creo que lo que ocurrió fue una crisis política. La diversidad de partidos hizo que muchos no apoyasen las decisiones de la comarca. En este mandato el panorama político es otro y vamos todos más o menos en el mismo barco. Aparte de la política, también ocurrió que hasta el pasado mandato había dinero, y no había que plantearles a los ayuntamientos que pusieran su parte cuando se quería hacer algo. Se generaban menos problemas.

-Últimamente han hablado de potenciar la agroalimentación y el turismo. ¿Qué tienen pensado hacer este ejercicio?

-Ahora están saliendo pequeños proyectos de agroalimentación a través de fondos europeos que están funcionando, poco a poco se van constituyendo empresas y otras van mejorando. Nosotros, en la comarca, no podemos hacer mucho más porque no tenemos financiación, pero el Principado ofrece ayudas y asesoramiento. Lo cierto es que los fondos europeos siempre dieron muy buen resultado y, aunque ahora hay menos fondos, aún hay dinero para seguir trabajando. Y se ve que en todos los municipios hay alguna inquietud. Eso es muy importante para el sector empresarial. Y en el sector turístico puro y duro, la comarca ha tenido un aumento de visitantes impresionante. El año pasado fue de cerca del 20 por ciento respecto al anterior. Se está notando muchísimo. Ha sido en este sector donde más se ha notado el repunte económico.

-Como patrono de la Fundación de la Sidra, ¿cómo ve el futuro del Museo de la Sidra de Nava?

-Tiene una situación complicada, y ahora mismo la fundación está poniendo sobre la mesa todas las ideas para intentar reflotar el museo. Yo diría que, a poder ser, los sectores relacionados con la sidra deberían implicarse algo más. Hay una buena disposición para trabajar por parte de las consejerías representadas en la fundación. El problema es que se necesitaría aportar más dinero, y ahí es quizá donde no vemos la salida. Estamos planteando a las entidades del sector privado de la fundación para que, entre todos, veamos qué se puede hacer para reflotar el museo. Ahora mismo, el museo necesita tanto inversión como ideas y actividades que te traigan más visitantes. Una inyección de dinero puede ser que te lo traigan más visitantes.

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