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El flechazo con la diana de Agustín Suárez

El fundador del club de tiro con arco local inició su pasión por este deporte con 55 años, tras jubilarse de la Fábrica de Metales

Agustín Suárez, ayer, en el campo de tiro con arco de Lugones. L. B.

Una pasión tardía, pero con visos de perdurar para el resto de su vida. Eso es lo que supone el tiro con arco para Agustín Suárez, un vecino de Lugones de toda la vida al que la jubilación llevó a explorar a fondo una afición que con el tiempo se convirtió en vicio irrenunciable y un contrato no escrito de dedicación para convertir a la localidad en un referente de la disciplina.

A sus 68 años, Suárez dedica buena parte de su vida a un deporte que descubrió de la mano del vecino Ángel Díaz Rubiera y le llevó a rendir culto con cierto retraso a una lugonense ilustre como Teresa Valdés Estrada, fue olímpica en Seúl fallecida en 2003. "Apenas la conocía de vista, pero conozco a su padre y era buenísima", señala para explicar los motivos que llevaron a poner su nombre al club de arqueros local en 2005.

Aquello, una apuesta de cinco amigos, fue sólo el principio de una aventura que llegó a contar con más de 60 deportistas de los que ahora mantiene 32 tras la escisión de un grupo de arqueros de Llanera. Colectivo que desarrolla su actividad entre una sala del polideportivo y un campo de tiros conseguidos a base de pelear hace ocho y tres años respectivamente. "Fuimos los primeros con instalaciones oficiales,", apunta sobre un campo de tiro que lleva su nombre por voluntad de sus compañeros.

Unas metas fruto del trabajo y el tiempo que le reportó la prejubilación de la Fábrica de Metales cuando tenía 55 años y tras más de 30 de servicio. "El cierre fue penoso porque sabíamos que era un negocio con beneficios", explica este vecino -que se define como "tribulista" por su defensa de "la tribu" que para él es Lugones- sobre la industria que por aquel entonces tenía 270 trabajadores, buena parte de ellos vecinos de la villa.

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