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ALICIA FERNÁNDEZ | Educadora canina y activista en la protectora La Llobera

"El perro aprende nuestro lenguaje, pero nosotros no atendemos al suyo"

"La convivencia con canes en las ciudades es novedosa y la Administración debe buscar soluciones a sus necesidades"

Alicia Fernández, durante la charla. A. DE LA FUENTE

Aumentar la responsabilidad y la conciencia social con respecto a la tenencia de mascotas, especialmente en el caso de los perros, fue el objetivo de la charla que la educadora canina Alicia Fernández, activista en la protectora La Llobera, ofreció ayer en la Casa de Cultura de Candás. Aunque asegura que "aún queda mucho camino por recorrer", la experta confía en las nuevas generaciones, de las que, asegura, "vienen con una mentalidad totalmente diferente a la actual".

-Recientemente, los propietarios de mascotas pedían al Ayuntamiento zonas habilitadas para perros. ¿Está sabiendo la Administración cómo dar cabida a las mascotas?

-El problema es que la convivencia con perros en las ciudades es bastante novedosa. Nunca habíamos vivido unas tasas de canes en núcleos urbanos como las que hay ahora y surgen necesidades que la Administración debe pensar cómo atajar o qué tipo de solución ofrecer. Lo que está claro es que no pueden mirar hacia otro lado.

-¿Cree que se está afrontando el problema?

-Me consta que en muchos casos sí, que hay voluntad para buscar salidas a estas situaciones pero, como digo, no es fácil. Lo que está claro es que parece que sí hay conciencia, que es lo más importante para empezara exigir que se produzcan cambios en un entorno común.

-¿Los animales están preparados para vivir en un entorno urbano como el actual?

-Los perros necesitan espacios para poder disfrutar porque tienen unas necesidades energéticas que hay que satisfacer. Si no se hace esto, ese animal no tendrá equilibrio emocional y surgirán los conflictos, tanto con el propietario como con los vecinos.

-¿Las consideradas razas peligrosas también?

-Los propietarios de estas razas tienen que ser conscientes de que son animales que no puedes soltar en lugares públicos y sabes que energéticamente no va a poder disfrutar. Lo ideal es que el dueño de estos canes sea una persona equilibrada y que entienda las necesidades de comunicación que tiene su mascota.

-¿Necesidades de comunicación?

-El perro se preocupa por aprender nuestro lenguaje, mientras que nosotros no atendemos al suyo. El ser humano dejó de darle importancia al lenguaje no verbal y desarrolló el verbal. Los perros, aunque también tienen lenguaje verbal, han desarrollado el no verbal. Por eso ellos nos leen e interpretan cada uno de nuestros gestos, mientras que las personas no nos preocupamos de ello, y es la base para todo con el animal.

-¿En este sentido también hace falta concienciación?

-Por supuesto, y mucha. Mucha gente no sabe ni que existe.

-Las denuncias por incumplimiento de la ordenanza de tenencia de mascotas aumentaron un 46 por ciento en Carreño en 2016. ¿Cómo se busca una solución?

-La educación es primordial. De hecho, el Ayuntamiento está trabajando con diferentes campañas en centros educativos.

-¿Se ven resultados?

-Muchísimos. Afortunadamente podemos decir que las nuevas generaciones vienen con otra mentalidad. Son conscientes de las necesidades del perro, de que hay que recoger los excrementos... Es más, nos encontramos casos de niños pequeños que después de las charlas le piden a su padre o madre que recoja las cacas del perro porque no pueden quedarse en medio de la calle.

-Por su trabajo en la protectora La Llobera también tiene mucha relación con la problemática del abandono. ¿Cómo está la situación actualmente?

-Lamentablemente, mal. España, Portugal, Italia y Grecia son, prácticamente, los únicos países de Europa en los que existe tasa de abandono de perros. Es una lástima. Luego ves países como Holanda y Alemania donde no sólo es un problema que no existe, sino que vienen a España a adoptar. Si no fuese por esta ayuda, muchos de los animales serían ejecutados porque no habría sitio para todos.

-¿Qué soluciones hay?

-En primer lugar, la gente debe informase. Al igual que cuando se compra una casa se informan bien de qué es lo que están adquiriendo, con un perro deben hacer lo mismo. Otro problema es la cría ilegal. La gente que tiene camadas y regala animales... Aquí no hay ningún tipo de control, y es uno de los principales focos de este problema, que en España está muy presente.

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