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El San Félix huele a flores

Tres alumnos del colegio candasín cuidan una plantación de lavanda, romero, tomillo y otras hierbas aromáticas en el patio del centro

Iker López, Jorge Gutiérrez y Enol Fernández, de izquierda a derecha, posan junto al espantapájaros "Félix", que colocarán en próximas fechas. I. G.

Jorge Gutiérrez, Iker López y Enol Fernández tienen entre 8 y 9 años y son los encargados de cuidar y atender un huerto de plantas aromáticas en el colegio San Félix de Candás. "Ahora lo tenemos muy guapo, antes todo esto -en referencia al espacio que ocupa el huerto- estaba vacío y sucio", indica Fernández. Los pequeños agricultores cultivan lavanda, orégano, tomillo verde, romero, melisa y perejil. "Y también frambuesas", apostillan.

Los tres alumnos comenzaron con este proyecto a principios de curso, dirigidos por la maestra Marián Sánchez. La docente explica que la iniciativa ayuda a los niños a mejorar su interacción social y también a cuidar el entorno. "Próximamente tendrán que presentar el proyecto a sus compañeros", detalla la maestra, al tiempo que los pequeños explican cómo fue el proceso de plantación de esas especies, que prevén que florezcan en primavera.

"Cargamos toda la maleza en bolsas de basura y cada vez teníamos que pedir más y más", indican. También señalaron que a la hora de plantar tuvieron que utilizar un tipo de abono especial para las especies aromáticas que cultivan. "Hicimos agujeros, quitamos las raíces que había y pusimos estas nuevas plantas", destacan los pequeños, que ya saben utilizar la fesoria y los rastrillos para tener adecuadamente cuidado su huerto.

"La lavanda huele muy bien", señala Jorge Gutiérrez, que elaborará un ambientador con esa planta aromática. Su compañero Iker López preparará aceite de lavanda y Enol Fernández, introducirá las hojas en sacos de pequeño tamaño para usarlos también como ambientador, utilizando flores secas. "Esos sacos se pueden usar como ambientadores en el trabajo de las madres o para casa", señalan los pequeños agricultores, que también están confeccionando un espantapájaros, de nombre "Félix", con material reciclado. Los ojos, la nariz y la boca son tapones de botellas, y el cuerpo es una bolsa de basura. Una vez finalizado, el muñeco será colocado en el huerto "para que los pájaros no coman las plantas".

"Ahora ya sabemos plantar y lo podremos hacer en macetas y seguir haciéndolo en casa", expresa Iker López ante la atenta mirada de sus compañeros de huerto y de clase, que también están encantados con su plantación.

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