Como si de una nueva mano de pintura se tratase. La imagen de la iglesia de San Félix de Lugones parece totalmente nueva desde esta semana cuando se culminaron los trabajos para renovar la instalación eléctrica y la iluminación del templo. Un conjunto de modificaciones que según el propio párroco buscan ir más allá de lo estético y dar un impulso de modernidad a la casa de los feligreses locales.
En total fueron 21.000 euros los empleados en una iglesia que en apenas un par de semanas dejó atrás una imagen de cables asomando por las paredes y lámparas anticuadas por otra en la que la que los elementos religiosos toman total protagonismo. Claro ejemplo es lo ocurrido con el presbiterio, el cual cuenta con una nueva iluminación que ensalza la imagen de Jesús. "Se dispusieron las luces de manera que ganase una relevancia que es apreciada incluso desde la puerta de la iglesia", explica el párroco, Joaquín Serrano.
Sin embargo, las mejoras fueron más allá. Las capillas laterales en las que descansan las imágenes de la Virgen de Covadonga y Santa Bárbara también han visto mejorada su iluminación, al igual que las bóvedas de la zona de los bancos, que ahora cuentan con unos focos que las envuelven con una luz que hace destacar su blanco inmaculado.
Todo un cambio a mejor para el cual ha hecho falta una ambiciosa inversión que la parroquia sufragará en varios plazos. "Nos hemos tirado a la piscina, primero hacemos la obra y después pedimos colaboración para que vean que se hacen cosas", explica el sacerdote, que cree que el cambio de instalación era algo que no podía esperar más tiempo. "Ahora por lo menos no corremos tanto riesgo de quemarnos", declara ante el riesgo de cortocircuitos que existía con la vieja instalación que, aseguran, ya había dado algún susto.
En cuanto a la cuantía de la inversión, reconoce que es elevada, pero advierte que podrá amortizarse a medio plazo. "No solamente ganamos en seguridad, sino que ahorramos en consumo", apunta sobre las ventajas de contar con un sistema de iluminación más moderno y eficiente.
Un trabajo más que se une a varias mejoras realizadas desde la llegada a la parroquia de un Joaquín Serrano que ya baraja nuevas actuaciones. "Queremos cambiar la disposición del Cristo Yacente y la Virgen de la Soledad para mejorar estéticamente y ganar espacio en la capilla de Santa Bárbara", apunta como próximo objetivo.
