Las palomas se han convertido en un incordio en Nava. Hasta ahora, con una población estimada de 150 ejemplares, han venido causando problemas de suciedad en varias zonas, y especialmente en la calle Luis Armiñán, donde los excrementos provocan desperfectos en los toldos de los establecimientos o se acumulan en las aceras, obligando al Ayuntamiento al limpiarlos con manguera.

El municipio ha emprendido una captura selectiva de las palomas para tratar de reducir su población a un número más discreto que no cause molestias. El alcalde de Nava, Juan Cañal, explica que en el anterior mandato se había llevado a cabo el control de la población, pero "optaron por un sistema de jaula que salió muy caro y con rendimiento de capturas muy escaso: costó 5.000 euros y se capturaron 33 palomas.

En este mandato han optaron por un sistema con un cañón que lanza una red con la que capturan a los animales. Previamente, se hace una ceba para que las palomas estén en torno de la zona de captura. El nuevo sistema tampoco es barato, pero sí lo es en comparación con el anterior. Cobran 400 euros por captura (que incluye la retirada, el sacrificio y la gestión de los animales conforme a la legislación).

Hasta ahora se han hecho dos capturas con dos disparos. En el primero se capturaron 22 palomas, y en el segundo, 19.

"Estas capturas nos están permitiendo mantener el control de las palomas, que estaban empezando a ser una plaga en Nava", señala el regidor, que espera "que con otro par de capturas o tres la población esté controlada".

La intención del equipo de gobierno naveto es no espaciar demasiado las capturas, para conseguir tener la población controlada en el plazo aproximado de un año.