La seda es un material suave y delicado y Adeline Fernández lo sabe. La artista, natural de Zaire y "asturiana de corazón", ha utilizado el tono brillante que caracteriza al soporte de sus obras para recrear "Rincones", un viaje por Asturias a través de intensos y primaverales colores que podrá verse en el Museo Antón hasta dos días antes del inicio de la próxima estación, es decir, hasta el 19 de marzo.

Para confeccionar sus obras utiliza una técnica oriental y la adapta en un proceso muy delicado. Coloca un bastidor y una tela de seda bien estirada, bien tensa, para poder trabajar. "La tela ha de estar colocada en horizontal y posada, para después utilizar una cola especial", detalla la artista. Esa cola especial de tono blanco le sirve para delimitar los contornos de cada una de las piezas que quiere reproducir en sus obras.

"Dibujo con esa cola a mano alzada, pero para ello tengo que tener primero una idea clara; luego se deja secar la cola y se aplica el color", explica la autora, que confirma que el proceso es muy laborioso, y más aún cuando no puede parar de pintar una vez ha empezado. "No puedes parar a tomar nada, todo de seguido, por ejemplo la obra que representa Bueño la hice en casa, comencé a las tres de la tarde y, sin parar, la acabé a las cuatro de la madrugada", expresa la artista, que más tarde tiene que planchar la pieza artística, lavarla en agua fría y volver a plancharla para ser expuesta previo pegado en una lámina.

Fernández se deja llevar por paisajes. Como montañera que es, recrea los teitos de Somiedo. "Asturias tiene lugares sorprendentes", afirma mientras dirige la exposición hacia un molino del concejo de San Martín del Rey Aurelio, ubicado frente a una marina que bien podía ser Candás, con antiguas chalanas amarradas en puerto. Se detiene y mira a un lado para mostrar su obra "José Angel", en homenaje a un primo suyo de San Pedro de La Florida (Noreña) y una playa de Llanes de la que no recuerda su nombre.

Algunas de sus obras parten de fotografías, otras son imágenes que permanecen guardadas en la retina de la artista cuando camina por la montaña. Su vida forma parte del proceso creativo y su paciencia le permite desarrollar esta laboriosa técnica del pintado sobre seda con tranquilidad.

"Es Asturias sobre seda", afirma la artista para referirse a la muestra mientras se dirige de nuevo a la entrada del Museo Antón para dar por inaugurada oficialmente la nueva exposición de sobre sus "Rincones".