"Trataré desde hoy mismo de ayudar en el estudio, la conservación y la puesta en valor de la historia, patrimonio, cultura y tradiciones de Grao, de nuestra memoria colectiva y de lo que nos une como pueblo. Trataré de contagiar mi mosconismo. Amo a Grau".

Decidido y emocionado, Gustavo Fernández tomó ayer posesión de su nuevo cometido, el de cronista oficial de Grado, en un acto celebrado en la capilla de los Dolores que despertó risas, alguna lágrima y muchos, muchos aplausos.

Fernández fue fiel a sí mismo durante su discurso, fiel a su espíritu idealista y crítico con la sociedad y con el mundo actuales ("Memento mori, Donald Trump, memento mori", llegó a decir parafraseando a los siervos que recordaban a los emperadores romanos su condición de mortales durante los desfiles victoriosos). Pero, sobre todo, juró fidelidad a Grado y a sus gentes. Y exhibió su "mosconismo": "Me encanta vivir en una localidad pequeña, que todo el mundo se conozca, incluso íntimamente, los vínculos de la gente, la reciprocidad... para lo bueno y para lo malo somos una gran familia". La familia más cercana, la suya, le hizo arrojar alguna lagrimita, sobre todo al recordar a su abuela Julita.

Sobre su nuevo papel, el bibliotecario de Grado anuncia que "será observar y escribir, o, mejor dicho, describir. No hablo de ver como se hace a través de una fotografía o un vídeo, ni contar como lo hacen las noticias del periódico, sino observar con mis propios ojos, descifrar lo que veo, interiorizarlo, repensarlo, elaborarlo y devolverlo a la sociedad".

Ya de paso, Gustavo Fernández trató de despejar alguna duda, si existía, sobre su imparcialidad como cronista oficial, teniendo en cuenta que es funcionario municipal. "Mi fidelidad será solo con Grao y la verdad, el problema es que la verdad sólo se conjuga en plural, hay una multitud de verdades. Debemos preservar nuestra independencia, pero esto es complicado, porque los cronistas somos unos vecinos más, con nuestros intereses, nuestros amigos y familiares, nuestras filias y nuestras fobias... Trabajo en el Ayuntamiento, pero siempre he tenido muy claro que no trabajo para los políticos que gobiernan en cada momento, sino para Grado, para los vecinos".