Los problemas de saneamiento de Villaviciosa se verán aliviados en parte por los dos estanques de tormentas -en El Salín y en El Carbayu- cuya construcción el Gobierno regional iniciará antes de que acabe el año. Así lo anunció ayer el director general de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez, en el Foro de Participación de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa.

Los estanques de tormentas son depósitos que recogen las primeras aguas pluviales, las que más contaminadas están por el arrastre de la suciedad presente tanto en las tuberías como en las calles. Al quedar depositadas en estas grandes bañeras, estas aguas no se suman a las residuales, con las que comparten la red de saneamiento, por lo que se evitará el colapso y los dos fenómenos negativos que acarrea: por una parte, los alivios a la ría de Villaviciosa de estas primeras aguas más contaminadas y, por otra, las inundaciones que se producen cuando, con mareas altas, el agua no puede salir e inunda las zonas bajas del casco urbano.

El proyecto salió ayer a información pública y Gutiérrez calcula que se licitará después del verano. El director explicó que la obra, con un presupuesto de 1,7 millones en dos anualidades (2017 y 2018) mejorará los problemas de contaminación de la ría, pues se ha detectado que "los mayores niveles de contaminación se alcanzan cuando llueve", pues el sistema de bombeo de El Salín no puede bombear todo el agua que recibe. Entre los dos estanques de tormentas suman 370 metros cúbicos de capacidad y "una vez que se llenen se producirá el alivio del exceso de agua, menos contaminada, a la ría".

Transcurrido el episodio de lluvias, el primer agua, más contaminada, se bombeará desde los estanques de tormenta a la depuradora ubicada en Rodiles. La obra incluye, asimismo, la colocación de bombas -también en El Carbayu y en El Salín- que "ayudarán a que las aguas de lluvia salgan bombeadas a la ría cuando la marea está alta", evitando así el colapso que conlleva las inundaciones en las zonas bajas. El director de Calidad Ambiental apuntó que estas aguas no serán las primeras, las más contaminadas, puesto que ya habrán sido recogidas en los estanques.

Debate sobre los porreos

El otro gran asunto protagonista en el Foro de participación de la ría fue el mantenimiento de los porreos, los terrenos ganados a la marisma. Tras la negativa de Costas a hacerse cargo de esta actuación por considerar que la titularidad no implica esta obligación, su representante ayer negó las consecuencias negativas aducidas por el Ayuntamiento para reclamar una rápida intervención. "No compartimos que la inundación de los porreos conlleve perjuicios ambientales", expuso, antes de desligar, asimismo, los episodios de inundaciones en los porreos como el de Muslera (en la zona conocida como La Marquesa) con las de Villaviciosa.

Su tesis acerca de que la "renaturalización" del terreno desecado no tendrá efectos negativos contó con la frontal oposición del alcalde de Villaviciosa, el socialista Alejandro Vega, quien se apoyó en el informe del director conservador de la reserva, Aurelio M. Antuña, para destacar la importancia de intervenir tanto por las consecuencias ambientales, sobre el paisaje, la fauna y la flora, como por el riesgo de inundación para el núcleo urbano. Le respaldó el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, quien tuvo que escuchar los reproches porque el Principado "no ha movido ficha" desde que en la reunión de hace dos años se comprometió a realizar mejoras en la ría. La demora en la autorización de las concesiones (de siete años) para explotar los porreos también surgió en el debate.