La concejala de Economía y Hacienda de Noreña, Ana González, anunció ayer que el equipo de gobierno de IPÑ solicitó a los técnicos municipales un informe sobre los cobros de las tasas de los vados tanto con el sistema de la ordenanza fiscal que regulaba las mismas hasta ahora, como con la nueva ordenanza.
El objetivo, según González, es el de "valorar la subida real", ante las denuncias de incrementos por parte de los vecinos en este servicio en hasta casi mil euros en algunos casos, tal y como publicó LA NUEVA ESPAÑA.
Este anuncio se produce después de una comisión de Economía en la que ayer los grupos abordaron el problema de las quejas vecinales sobre aumentos en los recibos que, en algunos casos pasan de los 60 a los mil euros. "Es algo que ya advertimos en el pleno de octubre y que empieza a salir a la luz", explica el concejal de Izquierda Unida, René Coviella.
Subidas reconocidas incluso por Conceyu Abiertu, grupo que respaldó la aprobación de la ordenanza "por la necesidad de una norma que regulara una situación de caos y rayas amarillas". Estos aseguran que los incrementos se deben a una mala aplicación de la ordenanza fiscal anterior. "Hay aparcamientos colectivos que pagaban 60 euros y según la ordenanza fiscal debían pagar 950", señala el concejal Toño Martínez, que recuerda que en caso de que la aplicación anterior de la tasa hubiese sido correcta "la subida no sería tan importante".
Algo que tanto IU como PSOE coinciden en señalar como una maniobra para "escurrir el bulto" sobre las consecuencias de unas medidas que comienzan a repercutir en el bolsillo de los ciudadanos.
"Existe un claro afán recaudatorio", dice el portavoz socialista, Unai Díaz, que no descarta una relación entre estas medidas y la necesidad de "pagar obras financiadas con recursos externos", en clara referencia a actuaciones como el nuevo campo de fútbol de césped artificial que se hizo en Noreña.
Por su parte, la portavoz del PP, Marian Velasco, recuerda que en su día su grupo ya se refirió a la ordenanza como "una chapuza" que traería consecuencias. "Votamos en contra porque lo veíamos venir", apunta una Velasco que señala que la ordenanza se redactó sin tener en cuenta informes técnicos previos y "con muchas prisas innecesarias". Efectos de unas prisas que tanto PSOE, como IU y PP abogan por subsanar retomando el debate sobre la ordenanza "desde el minuto cero y con rigurosidad".
