Un váter, ruedas de camión, una nevera, un sofá y plásticos, muchos plásticos. Es el "botín" de la limpieza del río Trubia que organizó ayer la asociación medioambiental "Sámara" y que reunió a 25 voluntarios en Tuñón (Santo Adriano). "Soy vecina de San Andrés y quiero ver lo que tengo cerca limpio, que esté decente", explicó Emma Álvarez.

El grupo peinó una de las márgenes del río desde Tuñón a San Andrés y en dos horas de caminata se encontraron de todo. "La gente lo tira y encontré hasta barras de metal", señaló el pequeño Jorge Álvarez. Y es que los niños fueron de los más concienciados y trabajadores de la jornada y cargaron basura como el resto. "Vine porque se moría la naturaleza por la basura, había cables por las ramas", detalla Cian Vega, de 5 años. Su hermano Gael, de 8 años, lo tenía claro al término de la recogida: "Animo a que lo hagan otros niños".

"Sámara" se presentó ayer en sociedad por todo lo alto, con una alta participación que sus promotores agradecieron porque ya se sabe que cuantas más manos, mejor. Por eso también acudió el Alcalde del concejo, Jesús Muñiz, aunque precisó que iba en calidad de vecino. E incluso voluntarios de Madrid, como Felipe Maraña.: "Hago voluntariado en general y cualquier sitio es bueno para participar", afirmó sorprendido por la cantidad de basura en un espacio pequeño.

"La naturaleza siempre gana y se abre paso", destacó Mara Vega tras observar cómo siguen naciendo plantas incluso por encima de una zapatilla. "Siempre es capaz de regenerarse", matizó Vega, miembro del colectivo "Ananda" de Mieres, que ayudó con cinco miembros. "Hay que contribuir, soy un enamorado de la naturaleza y de esta zona en concreto, me quiero venir a vivir aquí, y por eso vengo a echar una mano", comentó Alberto Viñuela.

El equipo de veinticinco voluntarios casi consiguió llenar un contenedor de gran tonelaje. "Pensamos que con uno de los verdes iba a llegar", dijo Azucena Roa, de "Sámara", pero la cantidad de basura acumulada sorprendió a los organizadores. Y eso que algunos como Roberto Menéndez, vecino de la zona, siempre se marcha a pasear el perro con una bolsa: "Ya no me sorprende, hay muchos vertederos ilegales", concluyó.