Un concejo a prueba de infartos. Esto es lo que pretende el Ayuntamiento, después de que ayer se concretase la instalación de seis desfibriladores externos semiautomáticos en diferentes inmuebles públicos. Con esta iniciativa "el objetivo final es que los edificios municipales sean espacios cardioprotegidos", explica el gobierno local. La adquisición de los dispositivos ha tenido un coste para las arcas públicas de 6.759 euros.

En esta primera fase de adquisición se han colocado desfibriladores en el Ayuntamiento, en la oficina técnica y en los polideportivos de Lugo y Posada. Además, se ha entregado un aparato a la Policía Local y otro a Protección Civil. Está previsto que en una segunda fase, que se afrontará a lo largo del año, se adquieran otros siete dispositivos, que se colocarán en la escuela de música, en las bibliotecas de Lugo y Posada, en la casa de la juventud, en el almacén municipal y en los centros de bienestar social.