El presidente de la Sociedad de Festejos de la Pola, Jenaro Soto, dijo ayer que conseguir un sello como la Indicación Geográfica Protegida u otro marchamo de calidad, tal como propone la asociación Amigos del Roble, es casi imposible debido a la falta de unidad en la receta. "Cada panadero, y cada persona en la Pola, lo hace a su manera, unos echan más y otros menos, unos ponen la manteca al principio y otros al final, y aunque al final todos son parecidos, no son del todo iguales", explica.

Para conseguir cualquier tipo de reconocimiento de calidad es necesaria una receta unificada, válida para todos los que lo hacen.