Los niños de la Pola vivieron ayer la segunda y última jornada de la Pequerromería, una fiesta pensada para ellos en el polideportivo Leandro Domínguez de la localidad. Ya que se celebraba en el marco de una fiesta local como Les Comadrines, el principio de la jornada se vistió de color asturiano. Los niños estaban durmiendo en sus sacos en el tatami del polideportivo, y los despertaron con la canción del himno de Asturias acompañada con la gaita. Posteriormente, participaron en numerosos juegos cooperativos, algunos de los participantes se pintaron y disfrazaron y todos llegaron agotados y satisfechos al final de la mañana. A las dos de la tarde acabó la fiesta y los niños se fueron muy contentos a sus casas, pensando en repetir la próxima vez que se haga.

Los monitores de la Pequerromería destacaron el buen comportamiento de los niños tanto por la noche, a la hora de irse a dormir, como durante todas las actividades que se celebraron en el polideportivo.