La propietaria de Castiello de Selorio reclamará al Ayuntamiento de Villaviciosa una indemnización por daños y perjuicios al haberse visto obligados a suspender la organización de bodas en el palacio. Son 26 parejas las que tenían previsto casarse aquí este año. El abogado de la propiedad, Miguel Ramas, explica que aún están tramitando el contencioso administrativo contra el Consitorio, por lo que no han determinado la cantidad de dinero que le reclamarán. Además, le urgen a que regularice su situación.

Castiello de Selorio llevaba años organizando eventos sin disponer de licencia de actividad, y en 2015 los vecinos del pueblo denunciaron a los propietarios por ruidos y molestias. "Lo que no es serio por parte del Ayuntamiento es que se solicite la legalización de la actividad en abril de 2016 y no haya contestado aún, a pesar de que todos los informes técnicos municipales son favorables", remarca el letrado.

Miguel Ramas añade que "la única pega es que la construcción está fuera de ordenación urbanística", pero esto sólo implica que no se pueden acomenter nuevas obras, "no afecta al desarrollo de ninguna actividad", razona. Apunta que no se explican las razones por las que el Consistorio no se ha pronunciado al respecto porque tenía tres meses de plazo legal para hacerlo. Finalizaba en noviembre y aún no ha resuelto, a pesar que de que hay más de 5.000 personas afectadas y más de un millón de euros en juego.

La propietaria de Castiello de Selorio preveía que, como muy tarde, la situación se solucionara en noviembre, pues hay una resolución que impide la celebración de bodas y banquetes que está proceso la legalización. Así que el año pasado firmó un contrato con una empresa de organización de eventos para empezar a operar en 2017. Así, 26 parejas habían concertado casarse en Castiello de Selorio y ahora se encuentran con este panorama. No les garantizan que cuando llegue la fecha de su enlace puedan celebrar el convite aquí. No es de extrañar, por tanto, que los novios estén descartando la opción de Villaviciosa y buscando emplazamientos alternativos.

Los afectados se quejan de que "no han proporcionado información en tiempo y forma", según denuncia uno de ellos. Agrega que el día 23 de este mes aún había clientes sin avisar. "Seguían esperando celebrar bodas y seguir con el negocio". Esgrime que "contrataron las bodas sin tener permisos y confiaban en que se los diesen" a la vez que insiste en que "nunca han proporcionado la información a los clientes y ahora se agarran a la letra pequeña del contrato para proponer otro sitio alternativo sin incumplir". Añade que el suyo no es un caso aislado, sino que "hay un grupo de afectados grande".

De ahí que la propietaria esté valorando los daños y perjuicios que el retraso en la legalización de la actividad por parte del Consistorio está ocasionando.