María Rosario Peón González, más conocida por los suyos como Charo, representa la tercera generación de mujeres que en su familia se dedican al campo, principalmente a la huerta, y luego venden sus excedentes agrícolas. Es asidua a los mercados de Pola de Siero, Arriondas (Parres) y Cangas de Onís. "Y no voy a más porque no puedo, tengo que atender la huerta", comenta.
Heredó el oficio de su abuela, Hortensia Guanes, y de su madre, Hortensia González, quien, a pesar de que ya se ha jubilado, sigue en la tierra por ocio. "Si muero en la huerta, no me importa, muero feliz", acostumbra a decir. Son de Huexes (Parres), aunque Charo Peón vive en la Pola. Aquí, en su localidad de adopción, la asociación "El Llavaderu" la ha propuesto como candidata al premio "Mujer sierense del año" porque creen que representa al colectivo que, martes tras martes, vende sus productos en el mercado manteniendo una tradición, una economía y un comercio de proximidad. "Está muy bien que valoren este sector y no sólo se homenajee a mujeres con estudios y preparación porque esto también requiere esfuerzo y trabajo", dice.
El jurado, encabezado por la concejala de Igualdad, Natividad Álvarez, se reúne esta mañana. Otra candidata, propuesta por Izquierda Unida, es la poetisa Ángeles Carbajal, vecina de Argüelles (Siero).
Al margen de que Charo Peón sea o no la "Mujer sierense del año", su labor en el campo y en los mercados, que tiene que compaginar con su vida familiar, ya es meritoria. "Tuve otros trabajos, pero al morir mi padre me encargué del ganado y de la huerta. Cogí el testigo y estoy contenta. Me gusta mucho", argumenta. Sus hijas también tienen afición a cultivar la tierra y vender. Hay muchos clientes fieles que valoran los productos de casa, sobre todo verduras y legumbres de temporada.
