¿Espectáculo o provocación? Aunque las comparaciones son odiosas, es imposible abordar la polémica carnavalera en Llanera sin pensar en la de Las Palmas de Gran Canaria, que saltó a los medios unos pocos días antes y ha tenido repercusión nacional, con la política y la Iglesia por el medio, amén de los siempre atentos internautas que han generado gran debate en la red.

En Las Palmas se ha liado y gorda a cuenta del espectáculo del ganador de la gala Drag Queen, "Drag Sethlas", que actuó travestido como una Virgen María y también como un Cristo crucificado.

"Lo que me indigna es que con todas las cosas graves que están sucediendo en España, en Canarias se desate la polémica porque un maricón lleve el vestuario de Virgen", asegura Eduardo Tarno, "Londra Show", que ahora se ha visto involucrado en un lío similar tras su actuación en la fiesta "Flower Power" de Lugo, que el PP ha calificado de irrespetuosa.

"Londra" reconoce haber utilizado la misma iconografía que la "drag" ganadora en Las Palmas en alguna de sus actuaciones. "Si dentro de esa caracterización le hubiese dado un beso en la boca a Jesús o cualquier tipo de acto similar... Pero es que simplemente era eso, un vestuario. No sé dónde encuentran la humillación", recalca.

Lo cierto es que el debate está servido y cada postura tiene sus convencidos defensores. Los contrarios consideran que todo, hasta la libertad de expresión o el espectáculo en Carnaval, tiene un límite. El obispo de Canarias, Francisco Cases, llegó a decir que la "drag" le puso más triste que el accidente de Spanair en el que murieron 154 personas. Calificó la primera una "frivolidad blasfema". La izquierda y la derecha política también han debatido, pero en este caso ha habido medias tornas, sobre todo, en las filas del PP, a los que les ha costado criticar a "Drag Sethlas".