Un pueblo unido, con arraigo a las tradiciones y visión de futuro, entre el mar y la montaña y con un patrimonio cultural emblemático y singular con sus casonas de indianos. Con esos pilares se presenta la parroquia rural de Somao (Pravia) a la convocatoria de la Fundación Princesa de Asturias para optar al premio "Pueblo ejemplar de Asturias" de 2017. "Este pueblo tiene todo el potencial para conseguirlo", afirma José Antonio Leiva.

Los vecinos se han puesto manos a la obra para presentar la candidatura y estudian los posibles valores que destacarán en el documento final que enviarán al jurado. Además, la candidatura cuenta con el total apoyo del Ayuntamiento de Pravia. Y entre las ideas que han surgido, los vecinos estiman que el principal valor de Somao es el humano. "Hay grupos de trabajo de todo tipo, asociaciones, coro, comisión de fiestas... Y tenemos actividad todo el año, es un pueblo vivo", destaca Pablo Martínez. No falta nada: amagüestu, Carnaval, la hoguera de San Juan o las fiestas de Sant' Olaina con el reparto de alrededor de 3.000 bollos que apelan a la raíz familiar y tradicional del festejo de prao. En este sentido, destacan el altruismo de los vecinos "sin ganas de ponerse ninguna medalla", apostilla Martínez. Un ejemplo: la reparación de la iglesia gracias al esfuerzo de los habitantes.

Además, al hilo del valor humano añaden que "los jóvenes siguen apostando por quedarse a vivir aquí e, incluso, trabajar", comenta Susana Pulido. Y es que son varias las industrias y negocios que han nacido en Somao y se han expandido con el paso del tiempo. "Con internet ahora hay posibilidades de teletrabajo", apunta Martínez. Asimismo no falta oferta de turismo rural.

Una tradición de unión y trabajo duro que se ejemplifica en las casonas de indianos, más de diez en el pueblo. "Es también un homenaje a los vecinos que en su día emigraron y aportaron mucho al pueblo y compartieron con los vecinos", explica Martínez. De aquellos tiempos siguen a pleno rendimiento la iglesia, el antiguo cine que ahora es centro social y las escuelas, que continúan con su función educativa.

Somao fue finalista del premio "Pueblo ejemplar" en el año 2002 y esperan que este año sea el suyo. Acoplando el refrán, igual a los 15 años va la vencida. "Sabemos que es difícil pero estamos ilusionados y creemos en ello, el pueblo y los vecinos lo merecen", concluye Martínez.