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Maxi Gútiez, agitador de Nava

El artista, nacido en Brasil y crecido en la villa donde exhibe alguna obra, concibe éstas como vía de debate y de reflexión

Maxi Gútiez, con una obra suya en La Najosa. M. N. MORO

El artista Maxi Gútiez ha estado a caballo entre Asturias y Brasil desde que era un niño. Nacido en Sao Paulo, a los seis años, vino a vivir a Nava con sus padres, y a los 22 volvió a Brasil, esta vez para estudiar arte. Allí tomó contacto con las corrientes del arte conceptual, que marcaron su trayectoria desde entonces.

Maxi Gútiez es artista visual, y aunque tiene muchos vínculos con la pintura, su paso por Brasil lo ayudó a agrandar su trabajo. Su obra no se queda en un dibujo o una intervención, sino que trata de salir a la calle, de conectar con la gente. De hecho, su máster versó sobre el trabajo con niños de la calle de Brasil. "Desde un principio me interesé mucho por los grupos de niños, que a edades tan tempranas, en aquellos lugares, no se podía decir ni que fueran niños ni que fueran adultos".

En la plaza Manuel Uría de Nava hay un árbol con una intervención suya que ha sido objeto de controversia desde un principio, pero que refleja perfectamente su manera de concebir el arte. "El árbol es una metáfora sobre la propia vida, hay gente a la que no le gusta cuando se deteriora, pero es así, cuando llueve y hace sol el trabajo se va deshaciendo, por eso es una metáfora sobre la propia vida, porque no es perpetuo, es efímero, y hay que reconstruirlo". El artista destaca "las contradicciones, hay gente a la que le gustó y gente que lo odió" pero, en cualquier caso, el cree que "el arte, aunque te incomode, es para hacer pensar", y en este sentido, guste o no, cumple su cometido.

Gútiez se ha empeñado en los últimos tiempos, además, en hacer aportaciones con su obra a la vida social naveta. Por ejemplo, organizó junto con varios comercios de Nava una interpretación artística en la que había moda, pintura y música, para defender la reactivación del Museo de la Sidra. Fue una forma de despertar las conciencias y de incidir en la necesidad de sacar adelante el museo. A su juicio, "hay que hacer algo más por el museo, porque la sidra tiene una historia muy antigua aquí, por aquí pasó siempre la manzana, y hubo muchos lagares, y Nava tiene una oportunidad muy grande para aprovechar todo esto que tiene detrás". Este pasado sidrero "hay que cuidarlo aquí, si hoy todo gira en torno a Oviedo y Gijón, esta es una oportunidad de abrir más hacia esta zona la posibilidad de que la gente que venga de fuera descubra esta otra parte de Asturias, es una forma de ampliar el círculo turístico; de Oviedo a Nava lleva muy poco tiempo, la gente podría acercarse hasta aquí sin problema; el caso es darle algo para que se desplace, estudiar una forma de configurar la oferta turística de cara a los próximos años de tal forma que comprenda a Nava".

Por otra parte, Maxi Gútiez está empeñado en dotar a la Cabalgata de Reyes de un nuevo contenido, y este año ha empezado a hacerlo. Su idea ha sido establecer varias paradas en puntos significativos con distintas actuaciones en cada una de ellas. Está contento con cómo salió esta primera vez, pero quiere buscar nuevas propuestas para los próximos años, de tal manera que la cabalgata de Nava esté revestida de originalidad.

También tiene un trabajo pictórico, junto con otros muchos artistas, en la plaza de La Najosa, y está trabajando en otras muchas intervenciones con las que quiere abundar en la idea del arte como fuente de agitación social y de debate.

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