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El paragües

Árboles

Ante repetidos accidentes en Madrid por caídas de árboles, que terminaron originando desgracias, se produce una vigilancia mayor de la "flora" urbana. Expertos emiten teorías sobre las causas del daño que provoca el desplome de los árboles, pero me inclino a las opiniones de paisanos que dicen que en principio se plantan especies no propias del clima y suelo del lugar, que llevan un cepellón de tierra que por heterogeneidad con el suelo dificulta el enraizamiento y que, para colmo, asfalto y hormigón producen una temperatura en el suelo que se opone al estado natural de la planta. Acudo a este asunto por la propuesta de vigilancia sobre los pláganos del parque Alfonso X. Aunque esa vigilancia exige más cosas. Un ejemplo: varios árboles de delante de la plaza cubierta, en la zona peatonal de la calle Sánchez del Río, por excesiva proximidad del hormigón, no han podido engrosar a nivel de suelo, produciéndose una estrangulación del cuello de la raíz, generándose un surco en la base del tronco. En unos años, de no liberarse el cuello, partirán. O al menos eso creemos los que somos de prau y fesoria.

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