La asociación de cazadores "El Portal" ha emprendido varias batidas de carácter extraordinario para controlar la población de jabalíes de la zona de la marina, en el concejo de Villaviciosa. Es la primera vez que el Principado concede el permiso de batidas fuera de temporada (en marzo la caza ya está vedada), y lo ha hecho para tratar de frenar la proliferación de los suidos, que está siendo muy dañina.

Además de los cazadores, tanto el Ayuntamiento de Villaviciosa como los numerosos agricultores y ganaderos de la zona habían alzado la voz para pedir que se tomasen medidas, porque los jabalíes estaban diezmando cultivos y pastizales.

El Principado concedió a la sociedad un total de seis batidas en este mes de marzo, dos de las cuales tuvieron lugar el sábado, día 4, y las otras dos, el martes día 7. En todas estas batidas se han cobrado un total de dieciséis jabalíes. Hoy están previstas las dos últimas, en las que esperan cobrarse bastantes ejemplares. Todas ellas son en la zona de El Puntal y en Merón, en la parroquia de Argüero, donde los daños de los jabalíes han sido más significativos.

Los jabalíes abatidos estos días se suman a los cerca de 600 que cazó la sociedad en la temporada, que duró entre septiembre del año pasado y febrero de este año.

Una vez que acabe la de hoy, ya no será posible realizar más. Los jabalíes entran en época de cría y con ella llega la prohibición de la práctica cinegética. El presidente del colectivo de cazadores, José María Pezón, se muestra preocupado por los posibles daños que habrá a partir de ahora. "Hasta ahora tenían castaño y bellota y tenían qué comer. El problema es que ahora empieza la siembra de maíz, y suelen causar muchos daños. Antes sólo se metían cuando el maíz estaba ya en la panoya, pero desde hace tres años entran en la época de siembra; es marchar el tractor y entran ellos por la noche; encontraron una forma fácil de comer y la están aprovechando".

Pezón aprovecha para reivindicar la labor de los cazadores en el control del jabalí. "En vez de culpables, somos un bien; si dejáramos de cazar, se multiplicarían", asegura, y pide cambios legislativos para prevenir daños y repartir más sus consecuencias.