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Los vecinos de Pumarabule piden conocer precios y condiciones de los nuevos pisos

"No sabemos cuánto costarán o cuánto nos darán por las viviendas para valorar si nos interesa", dicen los afectados por las grietas en la barriada

Por la izquierda, Víctor Fernández, Carlos Muñoz, José María Suárez, José Luis Gómez, Nel Ánxel Palacio, Manoli Casielles y Miroslav Lajer, junto a la parcela, a la derecha, donde se construirá uno de los bloques, con las viviendas afectadas por las grietas al fondo. MARIOLA MENÉNDEZ

Los vecinos de la barriada de Pumarabule (Siero) afectados desde hace años por grietas en las viviendas han acogido con interés la noticia, publicada por LA NUEVA ESPAÑA, de que el Principado, después de años de espera, ha solicitado al Ayuntamiento de Siero la licencia de obra para el inicio de las obras de 36 viviendas de promoción pública para su realojo. Pero lo reciben con cierto recelo en tanto no conozcan las condiciones de la compra o del alquiler. "No sabemos cuánto va a costar, cuánto nos darán por el piso, si será para comprar o para alquilar...", apunta Miroslav Lajer. "Necesitamos saber cómo se va a financiar y valorar si estamos interesados", insiste. Su pareja, Manoli Casielles, ha heredado el piso que fue de su padre y también demanda más información para decidir si les interesa uno de los nuevos pisos. "No nos dijeron cuáles van a ser las condiciones", remarca.

El presidente de la asociaciones de vecinos "La Malpica" recuerda que llevan esperando una solución desde 2009, "aunque la historia viene de largo". Agrega que son 66 las viviendas afectadas por las grietas, "pero no todos están interesados", comenta, pues algunos ya fallecieron y otros buscaron otro piso, aunque los hay que siguen esperando una solución. El principal problema es que la mayoría de los residentes "es gente mayor, y nueve años son muchos", a lo que José María Suárez agrega que son edades demasiado avanzadas como para pensar en meterse en una hipoteca. Además, razona: "si tienes que meterte en una hipoteca, ¿qué haces en Carbayín?". Pero, así y todo, hay quienes ven en esta promoción pública de viviendas una solución a su problema.

Estos edificios datan de 1957 y se construyeron como una barriada de mineros que perteneció en aquel momento al Ministerio de Vivienda. Hace unos treinta años la propiedad pasó al Principado, explica Víctor Fernández, y posteriormente la mayoría se vendieron a particulares. "Al ser vicios ocultos y de estructura, tiene que asumirlos el promotor", argumenta. De ahí que el Gobierno regional, a través de la empresa pública Vipasa, trate de dar una solución a los vecinos afectados, que siguen viviendo entre grietas. No obstante, el último informe municipal destacó que los edificios corrieran riesgo de ruina.

"¡Claro que es una buena noticia, tantos años esperando...! Pero ya tenía que empezar", comentó José Luis Gómez, vecino de la barriada. También demanda conocer las condiciones para acceder a una de estas viviendas que se levantarán en las antiguas dependencias del pozo Pumarabule.

"Hay que empezar a negociar las condiciones enseguida", afirma Víctor Fernández, que pide al gobierno de Siero que "agilice más los trámites de lo que hizo hasta ahora y no ponga obstáculos". Los vecinos miran con nostalgia hacia el pasado de Pumarabule, cuando su pozo daba trabajo a 1.300 personas y cuando calculan que había 14 bares.

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