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La piedra fundacional de Santianes

Una reflexión sobre las certezas y las dudas acerca de la pieza laberíntica de Silo

Réplica de la piedra fundacional. PEPE MONTESERÍN

¿Por qué Pravia? Per Avia o Per Apia (por el río, cerca del río, en la orilla izquierda) es nomenclatura precéltica, origen del nombre de Pravia, capital que fue de los Pésicos, antes y después de los romanos. En Pravia hay catalogados cinco castros, y restos romanos en La Magdalena de la Llera (Santianes), denarios de plata en el castro de Doña Palla y en Los Cabos la Estela de Ario (Arión o Vario), hijo de Sestio, única en Asturias, mediorrelieve de arenisca que representa a un togado, tal vez perteneciente a la oligarquía de Flavium Avia (así llamada, según Ptolomeo, en honor de Tito Flavio Vespasiano, emperador de Roma de los años 69 a 79), donde acaso fue edil. Indicio de que Pravia, en el siglo II, ya tenía estatus de municipio.

¿Quién era la reina Adosinda? Hablamos del siglo VIII. Adosinda era hija de Alfonso I y Ermesinda, que era hija de Pelayo y hermana de Favila. A Pelayo sucedió Favila, al que mató un oso o alguien disfrazado de oso; a Favila sucedió Alfonso I, a éste su hijo Fruela, a Fruela, asesinado, sucedió Aurelio, sobrino de Alfonso I, y a Aurelio lo siguió Silo, por matrimonio en el año 774 con Adosinda, no se sabe si a la muerte de Aurelio, media hora antes o media después. Adosinda concitaba las dos ramas de la monarquía y de Silo convenían sus propiedades y sus buenas relaciones con el poder musulmán. Dice la Crónica Albeldense (o Emilianense, manuscrito anónimo en latín, del año 881), con respecto a la relación de Silo con los árabes: "Con España tuvo paz a causa de su madre", como si ella fuera musulmana.

¿Por qué el rey Silo estableció la corte en Pravia? Cangas de Onís quedaba excéntrica al incorporarse Galicia. El Diploma Silonis Regis (775), manuscrito con letra visigótica, deja testimonio de varias propiedades que dona Silo para fundar un monasterio en el Occidente. Se conserva el documento en el Archivo Histórico de la Catedral de León, y el Ayuntamiento de Pravia editó un facsímil, con un estudio de Maurilio Pérez.

Pravia era además un punto estratégico de primer orden: entorno rico, grandes vegas de tierra sedimentaria, clima templado y abrigado, buena comunicación, con la vía romana de La Mesa, que comunicaba con Astorga, y con la de Lucus Asturum (Lugo de Llanera) a Lucus Augusti (Lugo de Galicia), salida al mar por un Nalón navegable y buena defensa.

El templo de Santianes. Tres años antes de morir, en el año 780, Silo fundó la iglesia de Santianes, al pie del monte Santa Catalina, en la orilla izquierda del río; Santianes es apócope de Sancte Ioannes, San Juan Evangelista, a quien se rinde culto. El templo fue edificado sobre restos de un templo romano, del que se conservan basas del arco de triunfo, y quizá ya existía otro templo, pues existe un baptisterio de tradición paleocristiana, el único que se conoce en Asturias, y un cancel hispano-visigodo, del siglo VII, tallado por los hermanos Seoane, portugueses.

El templo de Santianes es el primero del prerrománico asturiano, de influencia visigótica, con ventanas en herradura, una geminada. Tres naves separadas por pilares de sillería ochavados en el primer tramo y cruciformes en el crucero, con cabecera cuadrada, dos sacristías laterales y el nártex (pórtico o vestíbulo) a los pies, sobre el que en fechas muy posteriores se levantó la espadaña, hoy a ras de suelo, adosada a la sacristía sur, malamente. No se ha encontrado palacio, siquiera aula regia, o sala de recepciones. En el interior tres niveles diferenciados: el primero para oficiante y auxiliar, el segundo para el coro de clérigos y el tercero, la parte occidental, para los fieles. Además del susodicho baptisterio, un capitel se utiliza como pila bautismal. Y en ella se conservaba el ara más antigua de España, de unos 151x99x9 cm., de tenante o pie ochavado, de unos 40 cm. En el siglo XVIII, Fortunato Selgas Albuerne (1838-1921), empresario pixueto, historiador, que construyó la Quinta de Selgas, se llevó a su cripta el ara, además del cancel mentado.

En el interior del templo de Santianes reposan Silo, Adosinda y Mauregato. Y se rinde culto a un calvario románico tardío, quemados sus miembros cuando la Revolución del 34, un Cristo famoso por el tamaño desproporcionado de su pies: solía decirse "tienes los pies más grandes que el Cristo de Santianes".

La piedra laberíntica de Silo. Año 780. En el nártex se colocó la piedra laberíntica Silo Princeps fecit ("Lo hizo el príncipe Silo"). Lápida fundacional, o damero de piedra caliza, de 52,96x42,15x12 cm., donde se tallan 285 letras capitales romanas, de 15 filas y 19 columnas. Lo conocemos por la copia de Ambrosio de Morales (Córdoba, 1513-1591), historiador y arqueólogo, en su Crónica general. Partiendo de una sola "S" central, que termina en "T" en las esquinas, se lee en todas direcciones: "Silo princeps fecit". Algunos contaron 45.760 repeticiones.

Beato de Liébana en Santianes. El monje mozárabe Beato de Liébana (730-800, autor de Comentario al Apocalipsis de San Juan) conoce en Santianes, en 785, la carta donde Elipando, arzobispo de Toledo y defensor del adopcionismo (Cristo fue un ser humano adoptado por Dios), lo acusa de hereje por defender la divinidad de Cristo, teoría que viene del siglo II, que no apoya la monarquía praviana y que será condenada en Nicea, en 787.

Fallecimiento de Silo. Como mandaba la tradición, falleció Silo y Adosinda se retiró a un convento, cercano al templo de Santianes, quizá en la villa romana de La Magdalena de la Llera, donde en los años 50 se descubrió un pavimento de opus signinum. Una lápida tallada a bisel, que se conserva en el Museo de Santianes, representa quizá un dibujo de su palacio, aunque hay quien cree que es del de Doña Palla Ordóñez, gobernadora de Pravia del siglo XI, que se casó con el magnate asturiano Bermudo Armentáriz y residió en un palacio en Peñaullán, que algunos asocian al Castillo de Gozón.

Como no tuvo hijos, la reina Adosinda favoreció a su sobrino Alfonso II, hijo de Fruela, educándolo para rey y eligiéndolo monarca en el año 783, al morir Silo. Pero una revuelta dio el trono a Mauregato (783-789), hijo ilegítimo de Alfonso I y quizá de una esclava musulmana, Sisalda; a Mauregato se atribuye el poco creíble tributo de las 100 doncellas al Islam; ya serían menos. Sobre la tumba de Mauregato, en la iglesia de Santianes, fue esculpido este indigno juego de palabras: "Hic iacet in Pravia qui pravus fuit ("Aquí en Pravia yace el que fue depravado").

Vermudo (o Bermudo) el Diácono, hermano del rey Aurelio, sobrino éste de Alfonso I, reemplazó a Mauregato, pero se cree que, tras ser derrotado por andalusíes en la batalla del río Burbia, abdicó en 791 y vivió en la corte de su sucesor, Alfonso II, hasta morir, unos dicen ese mismo año, otros que vivió muchos años en paz.

En Pravia reinaron pues cuatro monarcas: Silo (774-783), Alfonso II (un ratín en 783), Mauregato (783-789), Bermudo I (789-791) y de nuevo Alfonso II (otro ratín en 791), hasta que trasladó la corte a Oviedo. En total, 17 años de reinado praviano.

De Santianes a Jerusalén. En el siglo XI, en Botalañao, vega de Santianes, un poco más abajo de donde acaba la vega de La Llera, frente a Riberas, Pedro de Bances, devoto de Santa Catalina, construyó y botó una nao para llevar romeros a Jerusalén. Regalaba el pasaje, sal y agua dulce. Cerca estaba el alfolí (almacén de sal). De Tierra Santa trajo una imagen de Catalina, a quien dedicó una ermita en lo alto de la montaña, Santa Catalina del Viso.

¿Qué fue de la piedra laberíntica? Hacia 1610. La descripción más antigua, antes de las sucesivas reformas del templo, la tenemos de Luis Alfonso de Carvallo (1571-1635), historiador y benedictino de Cangas de Narcea, rector en Oviedo del Colegio de San Gregorio, profesor tras fundarse la Universidad y canónigo de la Catedral. Por él sabemos que la iglesia de Santianes tenía capilla mayor, dos colaterales, crucero y tres naves.

Año 1637. Fernando Salas, noble local, derribó la capilla mayor y, tras algunas reformas, destrozó y enterró la piedra laberíntica original, acaso para eliminar inscripciones de propiedad y adueñarse del templo, que quería también para panteón. Quizá este Fernando fuera descendiente del salense Fernando de Valdés Salas (1483-1568), poderoso político y eclesiástico.

Año 1836. Con motivo de unas obras en el crucero fue hallado un fragmento de la inscripción del laberinto, precisamente donde figuraba la "S" de la parte central.

Segunda mitad siglo XIX. El historiador Modesto Lafuente Zamalloa (Palencia, 1806-1866) se llevó ese fragmento central a Madrid y se cree que lo devolvió tras las protestas de la parroquia praviana. Pero si lo devolvió se desconoce dónde está y quién lo tiene.

Año 1975. En nuevas obras de restauración, dirigidas a distancia por el arquitecto José Menéndez Pidal, siendo alcalde de Pravia Manuel López de la Torre (que sucedió a Luis F. Monteserín en 1968 y siguió hasta 1979), apareció entre los escombros del presbiterio un fragmento de 18,5x16,5x12 cm. José Menéndez Pidal (1908-1981) trabajaba para el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, no ha de confundirse con los hermanos Pidal, del siglo XIX, Faustino, Juan, Luis y Ramón, con calle en Oviedo. José quizá fuera hijo de Luis, el pintor.

Año 2017. En el nártex del templo luce una réplica de la piedra fundacional, según la reconstrucción de Francisco Diego Santos (1915-2010), medievalista asturiano. Y el fragmento original susodicho se conserva en el Museo del Prerrománico de Pravia, a unos metros del templo de Santianes. En el interior, una réplica del ara original y del cancel. Y quién sabe dónde, pero seguro que a buen recaudo, la clave, la "S" central del laberinto, y las cuatro esquinitas.

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