Pese a que nunca ha dado un premio importante y está convencida de que no es, "ni de lejos", la que más cupones vende, Lorena García Vaquero ha sido agasajada con el distintivo a la mejor vendedora de Asturias de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Un galardón que reconoce sus trece años de trayectoria en la profesión, de la que sus clientes destacan el "la amabilidad", "buen hacer" y, como no podía ser de otra manera y ella misma confiesa, "ilusión": "Porque, si no se la pongo yo, ¿quién se la va a poner?".

García sufre una retinosis pigmentaria, una dolencia de la que tuvo síntomas desde pequeña y que no le fue diagnosticada hasta que cumplió 20 años. Debido a esta enfermedad, la mejor cuponera de Asturias ve "muy poco", aunque eso no le impidió durante un tiempo llevar una vida normal. Licenciada en Gestión Comercial y Marketing, antes de repartir suerte García trabajó "de lo suyo" en una empresa de limpiezas. "Fue una experiencia laboral que no duró mucho, porque era para cubrir una baja y me tuve que buscar trabajo por otro sitio", relata.

Fue al finalizar su contrato, hace ya 13 años, cuando esta llanerense se enroló en las filas de la ONCE. "Es una organización muy importante que, además de hacernos la vida más fácil, también nos ofrece trabajo", recalca la galardonada.

Y es que gracias a la organización nacional, que no sólo da refugio a invidentes, García y otros miles de españoles con minusvalías pueden tener una vida con menos barreras. "Nos da una ayuda vital, es increíble el apoyo que nos dan a nivel social. Gracias a la ONCE tengo un teléfono que me habla o un reloj que me dice la hora. Antes dependía de otras personas para, por ejemplo, que me leyeran los mensajes", resalta esta llanerense "de Posada de toda la vida, aunque nacida en el hospital de Oviedo". En la capital reside desde hace dos años.

Precisamente, entre la capital del Principado y la del concejo de Llanera es donde García desempeña sus labores. "Por la mañana vendo el cupón en la calle 9 de mayo, donde Salesas, y por las tardes en Posada, junto al Ayuntamiento", relata la llanerense, que lamenta no haber podido dar "ningún premio importante" a lo largo de su trayectoria. "Sí es cierto que en alguna ocasiones entregué algún boleto con premio a las cuatro cifras o algún 'Rasca y gana' con 3.000 euros. Pero algo gordo, gordo, de llamar la atención, todavía no. A ver si ahora, después del galardón, lo consigo", asegura con humor.

Aunque pocos, ayer ya había algún cliente que acompañaba el clásico "deme uno que toque" con una felicitación por la distinción. "Es de agradecer que reconozcan la labor de uno. En mi caso, creo que han premiado la trayectoria, las ganas y la ilusión con las que salgo a vender todos los días; porque otra cosa no me la explico", confiesa García, que esconde su timidez tras una enorme sonrisa.

Uno de los muchos que ayer aprovechó la ocasión en Posada para felicitar a su cuponera fue Requino López. "Está muy bien que tengamos a la mejor de Asturias, pero si nos da un buen premio sería mejor todavía", apunta con socarronería. "Ojalá, y así volvemos a salir en el periódico", responde entre risas García.

Gracias a la relevancia que le otorga su distinción, García espera que, a partir de ahora, los clientes la busquen más. Un hecho que, lejos del egoísmo, tiene un trasfondo social: "Cuanto más vendamos, más ayuda, apoyo y trabajo le podemos dar a los más jóvenes". García reparte y rebosa ilusión.