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"Te voy a matar", amenazó un vecino de Collao a otro por una toma de agua

El hombre deberá pagar 180 euros y no acercarse en tres meses al amenazado, presidente de la cooperativa de Aramil

José Manuel Pidal. F. T.

El juzgado de instrucción número 3 de Pola de Siero ha condenado a un vecino de Collao a una multa de seis euros diarios durante un mes por un delito leve de amenazas después de que el presidente de la cooperativa de aguas de Feleches, Collado y Aramil, José Manuel Pidal, denunciase los hechos ocurridos los días 15 y 17 de febrero.

Pidal aseguró que el denunciado le abordó el día 15 de febrero en el barrio de La Reguerona de Aramil y tras mantener una discusión por la necesidad de dar de alta el enganche del suministro de una cuadra, el hombre le amenazó. "Te voy a matar, voy a por ti", aseguró José Manuel Pidal que le espetó el vecino de Collao.

Dos días más tarde, ambos volvieron a encontrarse en las proximidades de un supermercado de Pola de Siero en torno a las cuatro y media de la tarde y el ahora condenado, con la mujer del denunciante como testigo, volvió a arremeter contra el responsable de la cooperativa de aguas. "Te voy a arrancar la cabeza", coincidieron en señalar tanto Pidal como su esposa que le dijo en aquella ocasión el otro hombre.

Una vez aportadas las pruebas y los testimonios oportunos, el juez decidió condenar al denunciado por un delito leve cuya sanción económica asciende a unos 180 euros, con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de la libertad por cada dos cuotas diarias de seis euros insatisfechas.

A ello hay que añadir la prohibición al condenado de acercarse en los próximos tres meses a menos de 50 metros de distancia, bien de la persona de José Manuel Pidal, de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro emplazamiento frecuentado por el denunciante. Una prohibición que incluye también la de comunicarse con el mismo mediante cualquier forma o medio en el mismo plazo de tres meses.

Sentencia que satisface en parte a José Manuel Pidal, que aseguró sentirse acosado por un hombre al que, explicó, no hizo "nada malo" para provocar una reacción tan agresiva, pues según la acusación éste se limitó a comunicar una advertencia de la empresa Asturagua de que una misma toma estaba suministrando agua a dos previos, correspondientes a una casa y una cuadra anexa, cuando la normativa sólo permite servir a uno.

Asimismo, señala que fue la propia dueña de la casa la encargada de avisar al propietario de la vivienda, al cual les une parentesco, de la necesidad de que diese de alta su previo. Comunicación que al parecer provocó la ira del ahora condenado contra el presidente de la cooperativa de aguas al considerar a éste el responsable de dar el chivatazo de que su servicio no estaba en regla.

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