El exalcalde de Grado José Sierra (IU) echaba cuentas del proyecto de rehabilitación del palacio Valdecarzana, actual Casa de Cultura, en dólares. Lo hacía así por las constantes fluctuaciones de la antigua peseta y los cálculos daban 4 millones de dólares, unos 500 millones de pesetas. Eso fue lo que costó y fue una de sus mayores satisfacciones en sus 24 años de regidor: "Fue un peregrinaje curioso pero al final salió miel sobre hojuelas". Cómo se gestó su reparación es una de las anécdotas que cuenta en su libro "Grado: Un hacer político municipal, de José Sierra, alcalde del municipio durante 24 años", que presenta mañana a las 19.30 horas precisamente en la citada Casa de Cultura.
El libro surgió como un documento político de IU en el que el exalcalde explica los proyectos de modernización del concejo. Un texto en formato digital para aquellos concejales que formaron parte de sus equipos de gobierno y que, finalmente, IU ha decidido editar. "Tienes una idea, la comprometes en un programa y marcas el camino a seguir, pero no hay una fórmula mágica, es explicar cómo se hicieron los proyectos desde la idea a la instalación, hasta que se corta la cinta", explica.
Unas medidas que Sierra basa en dos políticas transversales complementarias a otras cinco sectoriales para el desarrollo socio-económico de la villa moscona. En cuanto a las dos primeras, el exregidor señala el patrimonio municipal de suelo, a través de la negociación o la compra y los planteamientos urbanísticos mediante los planes generales que permitieron aplicar esas cinco políticas. "Si no tienes suelo no tienes nada, tuvimos que articular medidas para poder transformar los espacios", comenta.
Las cinco políticas sectoriales fueron la creación del polígono industrial de La Cardosa; concentrar los servicios sociales y sanitarios en la zona del parque de Arriba; la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del casco histórico y la adecuación del conjunto de la capilla de Los Dolores, el palacio Valdecarzana y la recuperación de la muralla medieval; la zona deportiva y el parque fluvial del Cubia y los paseos del río Martín.
"No hay dispersión y no fue fácil; por ejemplo en la zona deportiva está concentrado todo, el polideportivo, las piscinas, el campo de fútbol... Y a ello se suma un aparcamiento y zonas verdes", detalla. Una concentración que es también visible en cuanto a la sanidad, con el ambulatorio, la residencia de ancianos, el centro de día y los servicios sociales en la misma zona.
El regidor también amplía el libro con las medidas que se llevaron a cabo en el medio rural, fundamentadas en la prestación de servicios e infraestructuras. Así como cuenta con otras reflexiones y está "sujeto a críticas", dice. En sus años de alcalde los peores momentos los vivió a cuenta de la compra de los terrenos para rehabilitar la muralla medieval, proceso que estuvo paralizado durante 25 años y "solo contó con el apoyo de IU, estuvimos solos", apostilla. "La capilla de Los Dolores necesitó una inversión fuerte, la reforma del palacio fue lo más complejo pero contamos con otros apoyos, y la muralla, lo más polémico", agrega. Y es que Sierra asegura que siempre lo tuvo claro: "No se podía entender de otra forma que como un conjunto histórico que comenzó en el siglo XIV". De ahí, que sea una de sus mayores satisfacciones.
