El socialismo sierense está de luto. Ramón García Montes, veterano militante y presidente de la agrupación socialista de Siero desde 2012, falleció ayer a los 89 años de edad en la residencia de mayores de Leceñes, en Valdesoto, dejando un importante vacío entre sus compañeros de partido, que con motivo de su deceso coincidieron en destacar su dedicación en la difusión de los ideales socialistas y su aplomo para encajar las atrocidades sufridas por su familia por parte de la represión franquista.

Nacido en la Güeria de Carrocera, en el municipio de San Martín del Rey Aurelio, García Montes se enroló siendo muy joven en las filas socialistas. Su familia fue represaliada por el franquismo hasta el punto que su padre está desaparecido y su madre fue asesinada, siendo él el último vivo de los siete hermanos a los que dedicó su libro "7 Ángeles Rojos sin alas para volar", en el que narra cómo la casa de su pueblo natal fue incendiada.

Su activismo político en la clandestinidad le llevó a trasladarse en 1962 a Bélgica, donde permanecería hasta su vuelta a España 22 años después, a la localidad malagueña de Vélez, donde también presidió la agrupación socialista local. Allí estaría otros 22 años hasta que en 2007 decidió volver a Asturias e instalarse en El Berrón, donde fijó su residencia y recibía en muchas ocasiones a militantes socialistas como el secretario general del PSOE de Siero, Roberto García Morís, para hablar de la actualidad política local y general.

El propio Morís calificó la muerte de García Montes como "una triste pérdida" y destacó su preocupación hasta el último momento por el partido al que entregó su vida. "Era una persona ejemplar y deja un legado importante en la lucha por la libertad y la contribución a la memoria histórica", indicó el secretario general con el que compartió candidatura para dirigir la agrupación local hace cinco años. Buenos recuerdos dijo tener del fallecido el alcalde de San Martín del Rey Aurelio. "Llevó siempre con orgullo el nombre de su concejo y era ejemplo de saber perdonar sin letra pequeña, pese a lo que pasó, por un bien mayor como la reconciliación", declaró Enrique Fernández.

"La palabra es consternación", apuntó el alcalde socialista de la localidad malagueña de Vélez, Antonio Moreno, que ayer atendió a LA NUEVA ESPAÑA para recordar que mantenía contacto con el que fuera presidente del PSOE de su localidad durante doce años, destacando por su talante conciliador. "Aunque no había entonces primarias, sí había tensiones a la hora de designar cargos, y él era el que ponía la mesura para poner al partido por encima de la personas", subrayó.

El consejero de Presidencia y exalcalde de Siero, Guillermo Martínez, también ensalzó al veterano afiliado, al que se refirió como "un ejemplo de esfuerzo y generosidad hacia los demás". Además, tuvo un recuerdo para familia, "una saga de socialistas" de los que dijo haber aprendido "lo importante que es defender la libertad e igualdad en las situaciones más difíciles".

Por su parte, el alcalde de Siero, el socialista Ángel García, se decantó por destacar su faceta personal: "Siempre tenía la misma cara alegre y dedicó su vida a trabajar por la sociedad que le rodeaba".

Otro histórico militante del PSOE y vecino de Siero, como José Antonio García, "Pity", valora también su buen manejo en las distancias cortas. "Ramón era una persona entrañable y cercana para el que lo conocía", explica Pity, que ve en el militante fallecido "un símbolo del viejo socialismo que era duro para defender sus ideas, pero a la vez tolerante".