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Educación de perros en Lugo

"La gente debe entender que los animales también tienen sentimientos", reivindican los niños en un taller de integración con los canes como protagonistas

Laura Fernández aprende a acariciar a un perro acercándose a "Tao". A. F. V.

Dicen de ellos que son el mejor amigo del hombre. Y ayer demostraron por qué. La Casa de Cultura de Lugo de Llanera acogió durante la tarde un taller de apoyo a la integración con perros. Todo un éxito que hizo que la veintena de niños participantes disfrutase a lo grande jugando de la mano -o mejor dicho, pata- de "Tao" y "Nana".

"¿Qué hay que hacer cuando queremos acariciar a un perro en la calle?", lanzaba al aire una de las monitoras de la asociación Entrecanes, entidad encargada de la dirección de la actividad. "Poner la mano", "preguntarle al dueño si muerde", "acercarnos con cuidado", disparaban los chiquillos. "Tenemos que pedir permiso al dueño, preguntar si muerde y acercarnos por un lado para, luego, acariciarle por debajo de la barbilla", explica una de las "profes".

Laura Fernández fue una de las que aprendió, y además de manera práctica, cómo acariciar a un perro. Pese a los nervios de la situación, la pequeña se acercó con cuidado a "Tao", un tranquilo labrador de color chocolate, que agradeció con gusto la caricia de Laura Fernández, que se mostró encantada.

Además de aprender a acariciar a los canes, los niños también disfrutaron de diferentes juegos en los que pueden participar los animales y a cómo mejorar su comunicación no verbal con ellos. "Nos lo estamos pasando muy bien porque, además, nos encantan los animales y es una buena forma de empatizar con ellos", aseguraron Javier Sordo y Marina Muñiz, de 14 y 13 años respectivamente.

A su lado, y también disfrutando de la actividad como reflejó la enorme sonrisa de sus caras, Gregorio Santos y Hugo García, ambos de 13 años, destacaron "la importancia de entender que los perros, aunque son animales, también tienen sentimientos". "Hay gente que no está muy concienciada del cuidado y respeto que merecen los perros", afirmaron a dúo estos aficionados a los animales.

"En mi casa tenemos un perro y un gato y todos los tratamos muy bien", apuntó Santos sobre una tendencia que, según García, también se comparte en su hogar, en el que junto a su familia reside un gato, un perro y un hámster. "Trabajar con perros nos permite alcanzar una mayor motivación de los participantes", aseguró Óscar Bueno, gerente de Entrecanes. "Por supuesto que el apoyo que ofrece el animal es muy importante, pero esto también lo complementamos con un equipo de trabajo formado por psicólogos, maestros, educadores sociales...", abunda el experto.

Con este plus de motivación, la intención de los monitores fue "realizar juegos de inteligencia emocional, de tenencia responsable de animales y de concienciación a la diversidad": "Que los niños aprendan a quedarse con las capacidades positivas de la gente de su entorno, aunque sea diferente a ellos".

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