Las tres grandes distribuidoras de Coca-Cola en el centro de la región ubicadas hasta ahora en los polígonos de Asipo y Naón se ubicarán tras la Semana Santa en La Carrera (Siero) para culminar su fusión. Una operación encaminada hacia el crecimiento de un sector que trasladará la actividad de sus 50 puestos de trabajo directos a la antigua fábrica de Muebles Viella del polígono industrial de la localidad con la intención de alcanzar a medio plazo los 80 empleos.
La labor distribuidora del popular refresco y otras bebidas como la cerveza Alhambra en el centro del Principado era realizada hasta ahora por tres compañías: Distribuciones Legon, Distribuciones Beredi y la empresa Daxa. Tareas que ahora se concentrarán en una única compañía que dispondrá de 5.500 metros cuadrados de nave, otros 2.000 de oficinas y 7.000 metros adicionales en su entorno para dar cabida a unos 40 vehículos.
Todo ello después de realizar una gran inversión que supondrá la reapertura de la nave tres años después del cierre de la anterior industria del mueble. "De momento llevamos invertidos unos cinco millones, pero podrían ascender hasta los siete", asegura Joaquín Beredi, uno de los empresarios de esta sociedad que mantendrá una importante actividad en torno a la multinacional tras el cierre de su fabrica en Colloto en 2014, que entonces daba trabajo a unas 144 personas.
La intención inicial de las distribuidoras era culminar el traslado a primeros de abril, pero algún que otro retraso en las obras y trámites les ha llevado a posponer la apertura hasta después de la Semana Santa. "Coge varios festivos por el medio y preferimos culminarlo cuando esté todo encaminado", declara el propio Beredi, entusiasmado con esta nueva aventura empresarial. Este quiere aprovechar la buena ubicación del polígono para sacar mayor rendimiento a un sector que mueve grandes cantidades de mercancía a lo largo del año en el área central de Asturias.
De momento, varios operarios trabajan a destajo para que las instalaciones estén a punto en el plazo marcado por los empresarios. La fachada de la parte del edificio en la que estarán las oficinas luce ya de color rojo, mientras que la parte destinada íntegramente a la actividad empresarial cuenta con una mano de pintura negra y ya puede verse cómo una escultura en forma de botella de la marca preside la entrada de las instalaciones, aunque eso sí, tapada con un plástico para que las labores de pintura no le afecten.
La llegada de este negocio supone un gran impulso para un polígono industrial que cuenta con una importante actividad y que, sin ir más lejos, está siendo objeto de un plan de choque municipal para realizar varias mejoras, como la sustitución de la red eléctrica o la mejora de las aceras y el entorno. Actuaciones aceleradas por el robo hace un mes de 300 metros de cable y que permitirán recibir con alfombra roja a los nuevos inquilinos que mantendrán el legado de la multinacional que se instaló en Colloto en el año 1961.
