El primer gran almacén de muebles de Asturias, Muebles Genji, echará el cierre en cuestión de meses tras decidir los propietarios liquidar la empresa fundada en 1948 y comenzar los contactos para alquilar las instalaciones a nuevos inversores que puedan desarrollar una actividad que, probablemente, nada tendrá que ver con la actual.
Fue hace casi siete décadas cuando José María Prado puso en marcha un taller que en poco tiempo se convirtió en la primera gran superficie del mueble de la región, dando pie al impulso de un sector que durante décadas fue uno de los motores de la región con la conocida ruta del mueble que comprende desde el propio Lugones hasta Arriondas.
Luis Prado, hijo del fundador incorporado a la empresa hace más de tres décadas, fue quien cogió el relevo hasta la época actual en la que el negocio se encuentra en liquidación a la espera de terminar la relación laboral con sus dos únicos empleados y cerrar un acuerdo, como muy tarde en noviembre, que permita el alquiler de las instalaciones a inversores interesados entre los que se encontraría, según algunas fuentes, un bazar oriental. La propiedad se limita a reconocer que después de casi siete décadas de actividad y llegar a haber tenido 25 trabajadores en la época dorada, la crisis y la competencia no han dejado más remedio que bajar la persiana. "Hay encuestas que dicen que sólo un 1% de los españoles está dispuesto a cambiar este año algo de su casa", señalan para dar una idea del estado del sector.
La apertura de grandes superficies especializadas en el mueble de bajo coste en la región durante los últimos años han sido también un factor decisivo. "Hace años los muebles eran símbolo de distinción y calidad, pero ahora se va más a lo utilitario y barato porque la vida se hace más fuera de casa", explican algunos expertos a la hora de buscar respuestas al declive del mueble "made in" Asturias.
Con el cierre de Muebles Genji, nombre que incluye las iniciales de varios miembros de la familia fundadora y que se utiliza también para referirse popularmente a la glorieta de la zona, se firma el certificado de defunción de un sector que entre 1940 y 1990 llegó a contabilizar 19 empresas y ahora apenas quedan cuatro pequeños comercios.
