Las brujas y los sidros, con permiso de los personajes de las series y dibujos infantiles de la tele, son los que triunfan en los Güevos Pintos. Al menos son los que más aceptación tienen por parte del público entre la amplia gama que ofrecen los hermanos artesanos de Pola de Siero Verónica e Iván García. Gustan porque son originales. A las brujas no les falta detalle, con sus sombreros picudos y su escoba; y a los sidros, tampoco, igualmente están muy bien conseguidos.

Pero hay para todos los gustos. Aquellos pintados con motivos tradicionales siguen siendo un clásico. No faltan las referencias al puente "romano" de Cangas de Onís, Covadonga y la Santina ni los personajes de Pinón y Telva, pero Iván García innova incorporando seres mitológicos y pintando animales tan asturianos como el oso y el urogallo, además de paisajes típicos del Principado.

Los protagonistas de cuentos tradicionales, como Caperucita y el lobo, y Pinocho, tienen igualmente éxito entre el público. Aunque son los personajes de las series infantiles de moda los que más tirón tienen. Iván García explica que este año están triunfando los de la "Patrulla canina", "PJ Mask", "La guardia del León" y "Ladybug". Del año pasado repite personajes de "Los Minions". "Lo que sale en televisión es lo que manda", reconoce este artesano poleso. Pero luego están los que siempre tienen gancho: los de los equipos de fútbol.

Una de las novedades de sus diseños es que han vestido algunos huevos de distintas profesiones (médicos, guardia civiles, mineros, enfermeras y cocineros).

Iván y Verónica García coinciden en que ésta es "la fiesta más importante" de la Pola porque "es algo muy característico de aquí". Además, el gran arraigo que tienen los Güevos Pintos entre los polesos demuestra que la tradición sigue muy viva el martes de Pascua y los días precedentes, coincidiendo con el mercado, anticipo del festejo.

Ahora están en pleno apurón para tener listos los huevos para la semana próxima. Han de ser pintados y partir de cáscara de huevo. El precio mínimo es de cuatro euros, según acordaron el año pasado los artesanos. Estos hermanos venden entre cinco y seis los de gallina y pato, mientras que los de oca rondan los nueve y 10 euros. Los enormes huevos de avestruz cuestan a partir de 25 euros.

Estos hermanos se pasan el año vaciando los huevos, que han de ser blancos. La clave está en lavarlos bien y darles un baño de vinagre, explica Verónica García. Llevan decorándolos desde el verano. "Aquí vamos en serie: uno corta, el otro pinta...", comenta.