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Los Güevos Pintos visten mucho

"Cada vez participan más adultos", apuntan los comerciantes que alquilan trajes para la fiesta polesa - La indumentaria medieval está en alza

María José Amores coloca un traje medieval (a la izquierda) y otro de llanisca (a la derecha) en su tienda de la Pola.

Son pocos los neños de Pola de Siero que no se visten con el traje regional en la fiesta de los Güevos Pintos, el martes de Pascua. Es una tradición que se mantiene como mucho arraigo para los más pequeños, aunque cada vez son más los adultos que se animan a acompañarles. Y el alquiler de los trajes ya está en marcha.

María José Amores Cueva es la dueña de una tienda de moda infantil en la capital sierense donde lleva 14 años alquilando estos trajes. Apunta que los que más llevan esta indumentaria son los críos pequeños, hasta los 6 años, y "cada vez se visten más los padres, sobre todo la madre". En su casa, por ejemplo, "nos vestimos los cuatro", comenta. Aunque el precio echa para atrás a muchos, pues el alquiler va desde los 30 a los 100 euros cada traje. Por eso, María José Amores cree que "el Ayuntamiento debería facilitar que la gente mayor se vista y colaborar para que la fiesta vaya a más". Por ejemplo, agrega, cediéndoles un local para vestirse.

Amores percibe que aunque las reservas este año fueron madrugadoras, pues antes de Carnaval ya tenía catorce elegidos, parece que después los pedidos aflojaron algo, aunque también asume que muchos lo dejan para última hora. Es un riesgo para quienes deseen escoger el color del traje. En esos casos, lo mejor es elegir modelo con un mes de antelación. Pero aún queda el último apurón.

El traje medieval cada vez tiene más aceptación, porque es más ligero y fácil de llevar. Es el que llevará Rebeca López, de 9 años, después de que su madre, Yolanda Cepedal, lo reservara la semana pasada. "Es una tradición muy arraigada", reconoce.

Pero son los de llanisca, para ellas, y de porruano, para ellos, los que más triunfan. La riqueza de los bordados y de la pedrería, el arte del pañuelo o la elegancia de la chaqueta en el hombro y la flor son algunas de las razones que hacen de esta indumentaria regional femenina, muy ligada a los indianos, la que tenga tanto éxito. Aunque para los niños más pequeños se suele optar por el de asturiano "por comodidad, pues también pesa menos".

En el traje rojo tradicional de asturiana no hay duda: las medias son blancas. Pero, ¿en el de llanisca? María José Amores es partidaria de que en las niñas el color de los leotardos sea el mismo que el de los complementos y el pañuelo. En las mujeres, mejor panti natural. En cuanto al calzado, "cada uno se arregla con lo que tiene", apunta. La flor que luce la mujer en la parte alta del pecho también va al gusto de cada una, pero subraya que "la de manzano es ideal". Lo más complicado sigue siendo colocar bien el pañuelo, aunque ya hay soluciones que ayudan.

Los trajes se entregan el miércoles para que se puedan probar bien en casa y no dejar nada a la improvisación. María José Amores alquiló el año pasado unos 170. En la Pola hay otros cuatro establecimientos más de alquiler.

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