"Aprender a utilizar la tecnología y jugar con ella desde otro punto de vista". Éste ha sido el objetivo del "Space Campus: Vigilantes del Planeta" que se ha desarrollado durante esta semana en el centro de interpretación rural de Guimarán-El Valle, y en el que han participado una decena de chavales aprovechando el parón escolar de Semana Santa. "Lo pasamos muy bien y aprendimos cosas que jamás hubiésemos imaginado", aseguran los pequeños.
"Estuvimos conectados con la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés), conocimos la tecnología de imagen por barrido lento, con la que se transmitieron las primeras fotografías de la cara oculta de la luna y vimos satélites en directo", enumera a toda prisa, entre la ilusión y los nervios, Óscar Laruelo, quien se confiesa "encantado" de haber disfrutado de toda una semana de aprendizaje científico. Pero, sin lugar a dudas, lo que más llamó la atención de los muchachos fue "la cantidad de satélites que hay". Y los descubrieron gracias a una aplicación para sus teléfonos móviles. "Aquí vemos en tres dimensiones cuántos hay y dónde están; y también podemos controlar cuál es el que más señal ofrece donde estamos", aclaran Miguel Boj y Gabriel García mientras trastean con una tablet.
Además, durante estos días también tuvieron tiempo a lanzar un cohete, conocer las posibilidades de sus smartphones, cómo ha evolucionado la tecnología hasta lo que es hoy en día o hacer una ruta por el Monte Areo siguiendo coordenadas geográficas. "Queremos que descubran que las tecnologías sirven para más que jugar y despertar el pensamiento científico de los chavales", explica el monitor Marcos Álvarez, mientras que la palabra "informático" es la que más se escucha cuando se les pregunta qué quieren se de mayores. Parece que lo han conseguido.
