Basta ya de espectáculos innecesarios y desagradables. La repercusión mediática de recientes peleas de padres en distintos campos de fútbol de España durante partidos de categorías inferiores ha empujado a El Berrón CF a iniciar una contraofensiva didáctica. El club sierense aprovecha la celebración desde ayer de dos torneos de categorías alevín y benjamín para hacer un llamamiento a la cordura de los progenitores para que mantengan la calma desde las gradas. Y los principales protagonistas son los niños, que reclaman tranquilidad a sus padres.

Sucesos como el ocurrido el pasado sábado en La Rioja, cuando una pelea entre progenitores terminó con un padre pegándole un puñetazo a una madre tras la disputa de un partido de ascenso a Liga nacional entre el Valle del Ebro y el SD Logroñés, son sólo una prueba más de unos comportamientos que algunos creen que son consecuencia de un mal endémico: la ambición por ganar.

Un suceso al que hay que añadir otros ejemplos, como la batalla campal en las gradas con motivo de un partido de la Liga infantil de Baleares o la pelea de los aficionados de otros equipos juveniles canarios allá por el mes de enero. Todos ellos casos que dañaron claramente la imagen del fútbol base, que se empeña en reivindicar que estos hechos son aislados, aunque reconocen también que su obligación es que terminen por erradicarse.

Es por ello que desde El Berrón quieren poner su granito de arena. "Lo sucedido últimamente nos llevó a replantearnos cómo enfocar el torneo", explica el coordinador de las competiciones que se desarrollan en el campo municipal hasta el domingo, Josué Velasco, que considera vital poner freno a la agresividad de los progenitores desde edades pequeñas. "No podemos esperar a llegar a juveniles o regionales porque entonces la solución será más difícil", declara Velasco.

Para ello, el club confeccionó varias pancartas con leyendas orientadas a pedir coherencia a los progenitores, que estos días son portadas por los 44 equipos que fueron saltando al terreno de juego antes de sus respectivos partidos. Lemas como "Mamá, papá, sin violencia en la grada. Respeto" o "Mamá, papá, no perdáis los papeles, por favor" fueron algunos de los ejemplos que pudieron verse sobre el verde del campo sierense.

No han sido las únicas iniciativas en este sentido, pues el club también prestó atención a uno de los colectivos más despreciados y sufridores del planeta fútbol: los árbitros. Los encargados de impartir justicia en el juego trotaron por el campo con unas camisetas con las que también mandaron mensajes como "no humilles" y, aunque quizá no provocaron todo el efecto que se desearía, sí hicieron a más de un cortarse a la hora de lanzar algún improperio en las acciones polémicas.

"Los árbitros también son personas", recuerda el propio Josué Velasco, que cree que la erradicación de los insultos y las protestas de los campos darían un plus de valores al deporte rey. "Si los niños pudieran centrarse sólo en lo que ocurre en el campo disfrutarían mucho más del deporte", explica el también entrenador del equipo cadete de El Berrón.

Un reto sobre el que los promotores del torneo reconocen que supone "una tarea complicada", pero también aseguran que si se sigue avanzando de manera firme se pueden lograr objetivos. "Hay que concienciar desde el primer día, y así lograremos algún resultado", declara el técnico sierense al mismo tiempo que recuerda que son muchas las vías por las que se trata de abordar un problema que a veces da la sensación de estar generalizado. "En la Federación se planteó la posibilidad de eliminar las ligas y sólo hacer torneos para acabar con dramas como los descensos", señala Velasco.