El polígono de Asipo, en Llanera, es el objetivo de la dirección de la empresa langreana Panadería Juaky para reubicar su obrador, actualmente en La Felguera y sobre el que pende una orden de cierre (que deberá hacerse efectiva el día 19) por exceder la reglamentación de ruidos. Los planes de la empresa langreana pasan por utilizar el obrador de Llanera, "que tiene un buen equipamiento industrial, y mantener las tiendas de Langreo abiertas". No obstante, el administrador de la firma, José Luis Rodríguez, asegura que la obligación de clausurar inminentemente su centro de trabajo felguerino aboca al cierre de la compañía.

Por su ubicación, en el área central de Asturias, y buenas comunicaciones, la parcela número 76 del polígono de Asipo es el lugar que había mirado Panadería Juaky para reubicarse. Se trata de unas instalaciones que cuentan con un obrador industrial, lo que mejoraría la producción de la firma. Si bien, la dirección asegura que para hacer efectivo el traslado sería necesario, mínimo, un mes.

La única vía para que la empresa cambie de opinión, según palabras de Rodríguez, es que el juzgado conceda "la cautelar" a la empresa. "Si nos dejan margen podremos mantener la actividad, trasladarnos a Llanera y, quizás, aprovechar el obrador de Langreo para hacer trabajos de repostería por el día. De no ser así, no nos queda otra que cerrar", mantiene con firmeza el empresario, que da por perdida la batalla contra el Consistorio. "Es una lástima porque perderemos puestos de trabajo y yo parte de mi vida, que la tengo ahí invertida", lamenta.

"Estábamos interesados en cambiarnos a Llanera, pero sobre la nave en la que pretendíamos instalarnos hay una orden de desahucio; y hasta que no se haga efectiva no podremos trasladarnos", asegura Rodríguez, quien ahora ve "casi imposible" la mudanza de su empresa, que cuenta con un veintena de trabajadores. "Si el Alcalde de Langreo nos hubiese dado un margen de maniobra, hubiésemos trasladado nuestra actividad. Lo teníamos todo listo en Llanera. Sólo nos faltaba dar solución a unos pequeños trámites administrativos", insiste el empresario, que culpa al Ayuntamiento de Langreo de verse obligado a cesar su actividad y dejar en la calle a la plantilla.