La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Güevos Pintos se afianza como una fiesta familiar y diurna

La Sociedad de Festejos eliminará la verbena del programa, pese al éxito del concierto de "Dixebra" el martes

"Cada vez es una fiesta más diurna". Es la principal conclusión que el presidente de la Sociedad de Festejos de Pola de Siero, Jenaro Soto, obtiene de la celebración de los Güevos Pintos del martes. Tiene claro que, año a año, crece como festejo familiar y con actividad creciente durante el día. De hecho, se mantienen en la idea de suprimir la verbena en próximas ediciones, a pesar de que "Dixebra" animó al público hasta las dos de la madrugada, algo que sorprendió hasta el mismo Soto porque últimamente los romeros se retiran antes para casa.

Quizá tenga que ver que al día siguiente es jornada laborable y que cada vez se van asumiendo costumbres más europeas, en las que la fiesta nocturna pierde fuelle, como pasa también con Les Comadres, otra celebración típicamente polesa. No obstante, "es preferible el folclore a la verbena", insiste el presidente de la Sociedad de Festejos.

Además, "ya está asentada la Semana de Güevos Pintos", después de cinco años, destaca Jenaro Soto. En este tiempo, la fiesta dejó de centrarse exclusivamente el Martes del Pascua, aunque siga siendo el día más relevante y que más público atrae. Pero el Mercáu Polesu consigue ambientar la capital sierense en los días previos.

No obstante, la Sociedad de Festejos no para de dar vueltas para hacer de las fiestas de la Pola un referente. Entre las opciones que se barajan para financiar los actos, una es organizar durante los mismos días un mercado en otro concejo. "Tenemos que buscar dinero y una forma es exportar el mercado. Lo estamos valorando", argumentó Jenaro Soto. También pesan en la directiva las discrepancias técnicas con los responsables y el personal municipal a la hora de poner en marcha la logística de la fiesta. Hay cierto malestar, reconoce su presidente.

Una de las anécdotas fue que los vecinos de la zona en dirección a la Somata, en la Pola, se quejaron de las molestias que en su opinión causaron a sus vacas y caballos las tres docenas de voladores (cohetes) que una empresa contratada por la Sociedad de Festejos lanzó para inaugurar el Mercáu Polesu en Jueves Santo. Así que los afectados llamaron a la Policía Local, que se trasladó al lugar, tomó nota de los datos de la persona que estaba lanzando los cohetes y levantó acta de lo ocurrido. Así que, para evitar nuevos incidentes, optaron por cambiar de ubicación cuando volvieron a tirar los voladores típicos de toda fiesta asturiana, urbana y rural.

Jenaro Soto coincide con quienes se encargan del alquiler de trajes regionales en que cada vez son más los adultos que se animan a vestirse, muchos de ellos acompañando a los hijos. Incluso hay familias que eligen el atuendo asturiano para lucir el día de los Güevos Pintos, cuando hasta hace unos años era más bien una costumbre para los niños. "Se ve un repunte", destaca Soto, aunque cree que "hay que animarse más". Todavía se puede potenciar más esta tradición, coinciden unos y otros.

Las policías Nacional y Local coinciden en que fueron unos Güevos Pintos tranquilos, "sin incidentes". A las siete y media de la mañana los agentes realizaron un control de prevención de seguridad ciudadana en un pub, donde, por ser la fiesta de la villa, se estaba fumando y se incumplió el horario de cierre.

Compartir el artículo

stats