No pudo ser, pero ha merecido la pena. Esa es la sensación que tiene Andrea Muñoz Pasarín, alumna de Cocina de la Escuela de Hostelería del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Pravia, tras participar ayer en el prestigioso concurso "Promesas de la alta cocina", que organiza la escuela Le Cordon Blue en Madrid. Se quedó a las puertas de conseguir una beca de estudios en el centro culinario, pero la experiencia ha sido muy satisfactoria en la tercera ocasión que el centro praviano consigue plaza en la final del certamen.
"Aunque no conseguí la beca estoy muy contenta porque es una experiencia que enriquece, haber podido cocinar en esas instalaciones es algo que no consigue mucha gente", comentó por teléfono a LA NUEVA ESPAÑA en el viaje de vuelta a Asturias, acompañada por el jefe del departamento de Cocina, Rodrigo Poveda.
La joven gijonesa de 24 años dejó la carrera de Químicas para dedicarse profesionalmente a su pasión por la cocina y la gastronomía, y ahora iniciará las prácticas formativas para dar el salto al mercado laboral. Y espera que su participación en el concurso, siendo la única asturiana, sea un apoyo.
Muñoz afirma que la elaboración del plato salió bien, aunque con cosas que mejorar. Preparó rodaballo con tres guarniciones distintas. La primera un dipoisse de champiñón, gambas y mejillones; la segunda fue un ravioli de espinacas y ajo, y la última, un combinado de verduras de primavera. "Según iba cocinando me pasaba el tiempo muy lento, pero la última hora fue muy, muy rápida", destaca. Los ganadores del concurso fueron Ezequiel Álvarez Barroso, de la Escuela de Hostelería y Turismo de Girona, y Ausiàs Signes, que cursa estudios en el instituto Guillem d'Alcalá, de Valencia.
