Grado, hasta los topes. La villa moscona recibió ayer a miles de visitantes durante la celebración de la fiesta de la Primera Flor, que da anuncio del inicio de la primavera y los buenos productos de la huerta que tradicionalmente se ligan a la estación. Una jornada de mercado tradicional, compras y vermús a la que se sumó la décima edición del Mercado de la faba asturiana y productos afines, así como actividades lúdicas y culturales que remataron con una gran verbena a cargo de la orquesta "Cuarta Calle".

Aparcamientos sin un hueco y a paso lento por el mercado. No cabía ni un alfiler más. Así comenzó la jornada en la villa moscona, que se mantuvo incluso durante la tarde debido a la salida de los jóvenes al vermú, que animaron el ambiente festivo en las calles del centro hasta la noche. "Está de bote en bote, hacía años que no se veía La Flor tan animada, y mira que nosotros venimos siempre", comentó Celerina García, de Avilés.

Como ella, el matrimonio sierense formado por Rafael Muñiz y Leonor Roza. Nunca se lo pierden y todo a cuenta de lo bien que se lo pasan en la villa moscona: "Venimos porque es muy divertido Grado, das una vuelta por el mercado, compras, pruebas un poco de queso y luego a comer el pote, aunque hay que reservar con antelación porque no hay ni un sitio para comer", explicó Muñiz.

Mercado y vermú. Es la combinación perfecta que atrae a los asturianos que disfrutan de la festividad moscona. "Está muy guapo el mercado y así después nos vamos a comer por ahí", señaló Elena Martínez, de Oviedo. Junto a dos amigas se acercó hasta el quiosco del parque de Arriba donde se realizó una degustación popular de fabas a cargo de la Escuela de Hostelería del instituto Valles de Aller. Salpicón de fabas con marisco, fabas estofadas con setas del bosque o con calamar guisado fueron algunas de las elaboraciones que conquistaron a los visitantes. De hecho, la prueba popular se ha hecho ya un hueco en la programación de la Primera Flor.

Y es que las fabas son las auténticas protagonistas de la jornada, y en Grado se anuncian las mejores producciones de la cosecha pasada, que participaron el sábado en la cata que organiza el Consejo Regulador. Alfonso Vergara, de Belmonte de Miranda, se alzó con el primer puesto, seguido por la productora sierense Elena Argüelles y Campoastur. La entidad también entregó, en la capilla de Los Dolores, los premios a la mayor producción o comercialización, entre otros.

"Este año esperamos batir el récord en certificación, superando las cien toneladas", detalló Paula Álvarez, directora técnica del Consejo. "Hay un aumento en la venta de Faba Asturiana porque el consumidor está valorando y reconociendo la contraetiqueta", añadió. Además, de cara a la futura recogida indicó que aumentarán tanto la producción como la superficie sembrada hasta llegar a las 140 hectáreas.

La faba fue la reina de la Primera Flor, pero en el mercado también destacaron los productores de embutidos y quesos, de los más demandados entre los visitantes, y los jóvenes Pablo Sánchez y Juan Paradela, de Grado, presentaron su nueva cerveza en el mercado, con buenas perspectivas.

El mercado medieval moscón es historia viva y en la Primera Flor aún más. La fiesta de la primavera moscona aún tiene el sueño de ser declarada de Interés Turístico Regional y la masiva asistencia de ayer, junto a la nutrida programación, van poniendo los cimientos para conseguirlo.