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Hilo de esperanza para el parado local

"Jamás hubiésemos dicho que trabajaríamos en este sector", dicen los inscritos en el curso municipal de adecuación de vestuario de recreaciones históricas

Hilo de esperanza para el parado local

"¿Yo? Jamás hubiese dicho que podría estar trabajando en este sector". Ésta es la frase más repetida entre las máquinas de coser, planchas y patrones que hoy pueblan una parte del centro social de Villabona. La pronuncian los ocho participantes en el curso "Adecuación de vestuario de recreaciones históricas y tradicionales", una propuesta pionera en la región que está enfocada a parados de larga duración. Cinco mueres y tres hombres que han encontrado aquí un hilo de esperanza con el que empezar a tejer su futuro.

José Antonio Pérez, de 46 años y vecino de San Cucao, llevaba en el paro "mucho tiempo". Su última cotización fue en el sector de la construcción, un oficio, a priori, muy alejado del de la confección, que hoy aprende con una sonrisa de oreja a oreja. "Nunca me imaginé que podría estar haciendo esto. Sí sabía coser un botón, pero la máquina de coser ni la tocaba. Ahora, poco a poco, vamos aprendiendo muchas cosas que son útiles", explica este llanerense con la misma decisión que le hizo "dar un paso para adelante y, sin miedo," alistarse en esta formación del programa "Actívate". "Gracias a esta iniciativa no sólo aprendo, sino que tengo la oportunidad de tener un empleo", sostiene, mientras clava la aguja en un pendón de la fiesta de los Exconxuraos.

Trabajar entre el traqueteo que hacen las máquinas de coser también es nuevo para Fernanda Marcos. Con un pasado ligado al sector cultural, esta vecina de la capital del concejo confiesa que la progresión después de un mes de clases "es mejor de lo esperado". "Para mí es todo nuevo, pero estamos aprendiendo mucho. Se trata de un trabajo complicado, que requiere mucha creatividad y precisión", define Marcos, quien hasta entrar en el plan "Actívate" llevaba tres años y medio en situación de desempleo. "Ahora conozco una nueva faceta a la que, además, veo salida profesional", argumenta.

Todos los participantes que superen el curso obtendrán un certificado de profesionalidad en arreglos y adaptaciones de prendas y artículos en textil y piel, lo que les abrirá un nuevo horizonte laboral. "Ojalá nos sirviese para encontrar un empleo. También estaría bien montar algo por nuestra cuenta, pero el problema es el de siempre: la pasta", expresa la sierense Patricia Jerez, quien se desenvuelve a la perfección entre telas. "Siempre me gustaron las manualidades y hacía mis cosas, pero nunca hasta este nivel. Es un lujo que también nos permite tener la cabeza ocupada, algo muy importante cuando llevas mucho tiempo en el paro", agradece.

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