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El árbol que salvó a Pandenes de la gran roca

La parroquia cabranesa vivió una amenaza similar a la de Boo: una mole se desprendió de una ladera y, por suerte, fue frenada

Humberto Vigil, junto a la peña de la que se desprendió la gran roca. MANUEL NOVAL MORO

La reciente situación de la localidad allerana de Boo, amenazada por el peligro de desprendimiento de una gran roca de una montaña, se vivió hace algo menos de veinte años en la parroquia cabranesa de Pandenes, y aunque a menor escala, con el mismo peligro.

Un vecino pasaba por la parte alta de la colina que se alza sobre tres casas del barrio de El Campu y comprobó que una gran roca se había desprendido del resto unos cuarenta centímetros -probablemente a causa de la formación de bolsas de agua - y estaba apoyada en un árbol. Era una mole de piedra de varias toneladas cuyo desprendimiento hubiera traído consecuencias, seguramente, muy trágicas. El presidente de la parroquia, Humberto Vigil, propietario de una de las tres casas situadas bajo la ladera, asegura que si se hubiera roto aquel árbol -que los vecinos llegaron a llamar su ángel de la guarda- "los daños podían haber sido enormes".

Los vecinos se alarmaron. "La gente venía a verlo cuando se enteró de que estaba así", aseguró Vigil. se dirigieron con premura e insistencia al Ayuntamiento, presidido entonces por Joaquín Lloris, para pedir una solución, que no obstante tardó casi tres semanas en llegar, "y los nervios iban creciendo". Se abrió un camino para permitir que entrase una retroexcavadora, se picó poco a poco la piedra y, finalmente, se enterró allí mismo.

El peligro había pasado, y hoy sólo queda el recuerdo de aquel episodio, que ha vuelto por la situación en Boo. El árbol sigue en pie y también la peña de la que se desprendió la roca. Hasta que llegó la solución, la inquietud se apoderó de los vecinos. "Los que ocupaban una de las casas tuvieron que pedir a oro vecino que los alojara en la parte alta, porque tenían miedo; y yo tampoco me quedé en la casa por lo que pudiera pasar". Por suerte, no pasó nada y El Campu sigue igual.

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