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ROBERTO LLAMEDO | Maestre sicerator

"No entiendo que el Museo de la Sidra, emblema de Asturias, no esté apoyado"

"Que la bebida se venda en la región más que los refrescos de cola tiene un mérito impresionante"

Roberto Llamedo, en Nava. MANUEL NOVAL MORO

Roberto Llamedo es el maestre de la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias, una institución de Nava que promociona la sidra asturiana por España y por Europa.

- Su cofradía nació para defender la sidra.

-Sí. Nuestro único motivo es defender todo lo relacionado con el mundo de la sidra y la manzana, no sólo la sidra natural sino la de nueva expresión, los licores de manzana y hasta el vinagre.

- ¿Qué percepción hay fuera de Asturias de nuestra sidra?

-La sidra asturiana experimentó en estos últimos cinco años una eclosión impresionante, y la prueba es que está ganando todos los concursos en el mundo. En Estados Unidos y en Europa tienen un concepto de la sidra asturiana impresionante.

- Entonces no es cierto eso de que no nos sabemos vender.

-Antes había menos profesionalidad, y ahora los lagareros son gente muy profesional y preparada y están abriendo mercados constantemente. Sólo le falta el espaldarazo del Gobierno regional. Que crea de verdad en el producto.

- ¿Y la Comarca de la Sidra está aprovechando el tirón de la sidra?

-Yo creo que tendría que venderse como se venden otras regiones. Está, por ejemplo, la floración del pomar, habría que darle una salida y venderlo bien vendido, porque es un atractivo impresionante Una buena forma es venderse es a través de las cofradías, que viajan por toda España y Europa llevando los productos asturianos. Quizá la administración debería preocuparse un poco más. Echamos en falta más apoyo institucional.

- ¿Qué ocurre con el museo que todo el mundo dice que hay que reactivarlo pero nadie hace nada por reactivarlo?

-A mí me llama la atención que sea así. Nunca entendí que en el museo los partidos políticos no se pongan de acuerdo. No entiendo que el Museo de la Sidra, que representa el producto por antonomasia que habla de Asturias, no está apoyado. Apoyamos otros museos y todos están señalizados, y precisamente el de la sidra, que es el emblema de Asturias, no está representado en ningún lado. Si preguntas a cualquier ciudadano de España por qué conoce Asturias te va a decir que por la sidra y la fabada. Pues resulta que en el aeropuerto de Asturias tenemos un cartel enorme con no sé cuántos cocineros y no tenemos uno que diga que está la sidra. Porque todo el mundo que viene toma un culete de sidra.

- ¿Qué hacer, entonces?

-Si quieres que algo no funcione, nombra una comisión, o una fundación. Los ayuntamientos tienen derecho a voz y voto y aportan muy poco a la fundación. No deberían estar ahí. Debería funcionar de otra manera. El foco de la sidra está en el lagarero, habría que trabajar con ellos, incluirlos y que ellos sean los dueños del museo de la sidra.

-¿ Estarán por la labor?.

-Yo creo que sí. Creo que saben que en el Museo de la Sidra se pueden hacer tantas cosas que lo que inviertan allí se les va a devolver. La idea es darle actividad. ponerle un director que sepa de qué va esto y hacer que el museo esté vivo.

- ¿Qué ve mal?

-Por una parte, que se obstruyan las nuevas iniciativas. Por ejemplo, a la sidra de pera no se le puede llamar sidra. En toda Europa la hay y se llama así, pero aquí no. Tenemos lagareros innovadores que se molestan y después les ponen trabas. Y después está el precio, que es muy bajo. Un refresco de cola vale dos euros y una botella de sidra 2,50. No es lógico. Pero el hecho de que la sidra se venda más que los refrescos de cola tiene un significado impresionante. Competir con productos tan potenciados y anunciados con una bebida regional tiene mucho mérito.

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