Unas dos mil firmas fueron las que un centenar de padres y madres del colegio "Condado de Noreña" entregaron ayer en la sede de la Consejería de Educación, en Oviedo, donde se concentraron para pedir un segundo turno de comedor para el centro de cara al próximo curso. "Comedor para todos" fue el lema de los concentrados, como ya fuera en la cacerolada del lunes frente a las puertas del colegio público.

Estas rúbricas de apoyo son los avales que respaldan su reclamación de un segundo turno del comedor escolar para garantizar el servicio a todos los alumnos que lo demanden. Actualmente son 208 los escolares que comen en el colegio Condado de Noreña y las plazas para el próximo curso quedan reducidas a 150. Para las familias son insuficientes, porque les trastocan los planes a la hora de poder conciliar su vida laboral con la crianza de los hijos.

Es el caso, por ejemplo, de Ricardo Peña, que es padre de dos alumnos, de 8 y 4 años, que estudian y comen en el centro. "Están usando el servicio y lo seguimos necesitando el año que viene", apunta. El problema es que de momento, hasta que no sepan si tendrán plaza, no pueden hacer ningún planteamieno de cómo organizarse. "Entendemos que las administraciones públicas están para solucionar los problemas", indica, y agrega que el comedor "es una necesidad". Aunque ellos son afortunados porque tienen abuelos que les echan una mano, pero, claro, "pueden cubrirte un día puntual, no podemos disponer de la vida de los demás en el día a día".

Maximina Martínez es la abuela de Lucía Blanco, de 9 años, y si se queda sin comedor también le altera su ritmo de vida porque sus padren trabajan y cree que es un servicio "muy importante" para poder conciliar. Y si no, que se lo digan a Eva Pires, que su hijo Alejandro Martínez también tiene 9 años. Carecen de familiares en Noreña y prefiere ni imaginar cómo se las tendrá que arreglar si se queda sin plaza.