El hostelero Amable Bedriñana de Villaviciosa se ha librado, gracias a su cautela, de ser víctima de un timo aparentemente muy bien organizado. La estafa, que quedó en nada, sirve para que otros empresarios del sector anden alerta ante lo que se podría llamar el "timo del turista".

El dueño de la sidrería restaurante Bedriñana explica así los hechos tras recuperarse del susto: "A través del correo electrónico recibí una petición desde Londres solicitando un presupuesto para reservar para 8 personas, que querían cerrar un menú de 40 euros cada una, sin bebidas, los días del 9 al 13 de mayo". Dicho y hecho: "Les confirmé la reserva y como era un presupuesto alto les incluí las bebidas".

Siempre a través del correo electrónico y tras aceptar los supuestos clientes el presupuesto, e incluso concretando que la hora de la cena -a las 20 horas cada día, exactamente- el hostelero maliayés recibió un talón con la dirección muy bien escrita a mano, y de una conocida entidad bancaria internacional, Barclays Bank, por el importe de 4.500 libras (5.302 euros).

Amable Bedriñana no pudo evitar la sorpresa: el presupuesto era de 1.330 libras (1.567 euros), pero le habían enviado un talón de 4.500 libras. Así las cosas, envió un correo advirtiendo de que el importe era menor de lo que le habían enviado. El hostelero decidió también acudir a su entidad bancaria habitual de Villaviciosa para ingresar el talón y consultar el caso. Fue entonces cuando le alertaron de que podría tratarse de un timo bastante bien pensado: al ser un cheque internacional no podría ingresarlo en su cuenta hasta 18 días más tarde. Así las cosas, si devolvía la diferencia de las 3.170 libras (3.735 euros) que sobraban del cheque enviado por los ingleses, cuando fuera a cobrar el cheque después posiblemente éste no tendría fondos y perdería ese dinero. Es ahí precisamente donde estaba la estafa.

Amable Bedriñana tuvo claro que hacer. Volvió a contestar al correo informando a los clientes de que no iba a cobrar el talón de 4.500 libras y que le enviaran uno con la cantidad exacta de lo que costaba el menú: es decir, 1.330 libras. Como es de suponer, no recibió contestación. Su prudencia profesional le llevó incluso a esperar al pasado día 9, por si los clientes se presentaban, cosa que no sucedió.

"Es importante contar este nuevo tipo de timo, pues es mis casi 20 años de profesión en la sidrería nunca me había ocurrido nada similar, y seguro que a alguien consiguen estafar", señala el hostelero.