La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El esfuerzo, objetivo de José Luis Lastra

Minero prejubilado y ex corredor de fondo, el sierense fotografía carreras, sobre todo de montaña: "Son impresionantes"

José Luis Lastra, con su cámara fotográfica. MANUEL NOVAL MORO

José Luis Lastra Vior, casado y con tres hijos, trabajó en la mina de Pumarabule desde 1983 hasta 2004, año en el que se prejubiló. Además, de fin de semana hacía horas de camarero. Su mujer, viendo que aquella vida tan activa se truncaría de repente con el cierre de la mina, le regaló un año antes de su prejubilación la inscripción al gimnasio.

Allí comenzó, entonces, su idilio con el deporte, un idilio que hoy sigue intacto, por más que haya cambiado el ángulo (o el visor) desde el que lo afronta. Lastra empezó a ir al gimnasio y a trabajar su forma física hasta que, cierto día, le propusieron correr una media maratón. No se lo pensó y decidió dar el paso. Fue en casa, la media maratón de Siero, y el resultado no pudo ser mejor. La hizo en 1 hora y 33 minutos, una marca muy buena, y se sintió a gusto, lo que no hizo sino abrirle la puerta a probar con otras carreras. Así lo hizo. Corrió varias medias y, llegado un momento, decidió probar con la maratón.

Llegó a correr tres. La primera, en San Sebastián, con muy buen resultado. La segunda, en Bilbao, también con buenas sensaciones, y la tercera, en Lisboa, con un final desastroso. "Fue un calvario, me sentí muy mal y la acabé como pude; al final vomité, fue horrible", confiesa. Aquella sería su última maratón.

Antes, había contribuido desde la organización a promover el deporte. Fue con el club Nava Atletismo, con el que colaboró a organizar numerosas carreras. Entre ellas, diez medias maratones.

Pero llegado un momento, su relación con el deporte dio un giro radical. "Siempre me lo dice mi mujer; no tengo término medio", señala. Dejó de competir en las carreras y empezó a fotografiarlas. "Siempre me había gustado la fotografía, llevaba una cámara compacta a las carreras en las que competía y hacía fotos", dice. Pero llegado un momento, ya se dedicó solo a la fotografía.

Ha plasmado desde hace años todas las carreras que se corren en Siero, y es habitual verlo en carreras de montaña, que son sus favoritas, sobre todo las de los Picos de Europa. "La Travesera, si tienes una buena noche y amanece con buen tiempo, es impresionante; también la Transvaldeónica o la de Nembra", cuenta.

Altruismo

Aunque no se considera fotógrafo ("eso son palabras mayores"), su trabajo ha dado testimonio de cientos y cientos de deportistas en las carreras más exigentes que se conocen, y sus fotografías están por todas partes. Todo ello lo hace por puro altruismo, ya que las imágenes están en su página de Facebook a disposición de todo el mundo.

Pero lo que más le importa, según asegura, son los valores. "Estoy viendo que en algunas carreras se está perdiendo el compañerismo, y también el cuidado de la naturaleza. Creo que eso no se puede perder. Conservar esos valores es fundamental", concluye.

Compartir el artículo

stats