Con la llegada del sol y el calor, los primeros bañistas empiezan a dejarse ver en las playas y, coincidiendo con este momento, algunos concejos costeros comienzan a prohibir el acceso de perros a sus arenales. Esta situación deja sin un lugar en el que dejar correr sin ataduras a sus mascotas a muchos asturianos, que buscan alternativas para que los canes puedan hacer ejercicio. Algunos lo han encontrado en el parque canino de Lugo de Llanera, un recinto construido especialmente para la diversión de los animales que, según sus usuarios, es "de los mejores" de la zona centro del Principado.
"Me parece fatal que cierren las playas a los perros durante la temporada de verano. Uno de los principales argumentos que utilizan los defensores de esta medida es que los canes generan suciedad. Y es mentira, ensucian más las personas que los animales". Lo explica Sandra Martínez mientras le da un premio, por obediente, a su perro "Zeus" en el parque canino de Lugo de Llanera.
Ella es una de los muchos vecinos del concejo que frecuentan estas instalaciones ideadas para el disfrute de los canes, y que son alabadas por todos. De hecho, esta buena fama ha hecho que sean muchos los visitantes que acuden desde otros concejos. Uno de ellos es David Fernández. Ovetense del barrio de La Corredoria, se desplaza dos veces al día hasta Llanera para pasear a su perra "Lula", pese a que tanto La Corredoria como Lugones poseen instalaciones similares.
"Este parque es mejor que los que hay por la zona. Está muy bien cuidado, hay una zona de 'agility' para que los animales puedan hacer ejercicio y, además, hay buen ambiente tanto entre los usuarios como entre los perros", destaca el ovetense.
Precisamente este buen ambiente entre los usuarios también ayuda a mantener en buen estado las instalaciones. Tanto por el ejercicio de responsabilidad que realizan los dueños de canes, al recoger excrementos y vigilar que no haya objetos peligrosos por el suelo, como por la realización de algunas "ñapas" en el propio recinto.
"Ahí había dos hoyos en los que siempre se formaban charcos. Como no los arreglaban, vino un chico que es asiduo y los tapó con guijarro", relata Ana María Rubio, otra de las habituales en el parque de Lugo, quien asegura encontrarse frecuentemente con visitantes de otros concejos. "Hace poco también se tupió la fuente para perros y otro de los que viene por aquí la reparó", abunda Fernández.
Además de en que las instalaciones caninas de Lugo "son de lo mejor" de la zona centro, los tres coinciden en posicionarse contra la prohibición de acceso de perros a los arenales. Una medida que, por ejemplo, en el concejo de Castrillón ya entró el vigor este lunes, por lo que ahora los dueños de perros sólo podrán pasear por ellos en la playa de Bayas.
"Considero que sería totalmente compatible el uso de la playa por bañistas y perros. Podrían convivir tranquilamente si, por ejemplo, dejasen libre el acceso a la arena a partir de las ocho de la tarde o una hora similar", propone Fernández.
Del mismo modo, Martínez también lamenta que las playas habilitadas para su uso con mascotas durante el verano no siempre están en las mismas condiciones. "Por ejemplo, la playa que dejan libre en Gijón está llena de piedras. Lo que le viene bien a los peros es correr por la arena y disfrutar. Si están bien educados no causan ningún problema", asegura.
