"Estamos muy contentos. Es una buena negociación". Son las palabras de la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Condado de Noreña, María Jesús García, que reflejan la satisfacción de los padres después de haber logrado el compromiso de Roberto Suárez Malagón, director general Planificación Educativa, y de la jefa de servicio de Centros, Violeta García, de que para el próximo curso dispondrán de 225 plazas de comedor escolar.

Las familias pedían un doble turno de un servicio que ahora tiene 150 plazas, pero se conforman con la solución de reorganizar el mobiliario para ampliar la estancia en la que los críos comen para dar cabida a 75 más. No son las 300 plazas que pedían, pero están satisfechos porque creen que se "cubre la demanda actual" y ningún niño se quedará fuera.

Este es el compromiso para el próximo curso -en junio ya no hay este servicio en los colegios- y el que han asumido para 2018-2019 es que aprovechando la ampliación de las instalaciones educativas se procederá también a dar más metros a la estancia en la que los escolares almuerzan en Noreña. Así que las familias están "contentas", insisten.

No es para menos, porque sus protestas continuas les han servicio para hacerse oír en la Consejería de Educación y hayan escuchado sus peticiones. Aparte de pedir un doble turno públicamente, se concentraron frente al colegio en un pic-nic solidario para comer un bocadillo y también organizaron una cacerola por la mañana, antes de comenzar las clases, para pedir comedor para todos. Por si fuera poco, iniciaron una recogida de firmas para avalar su propuesta y, aprovechando que acudieron a la consejería a entregarlas, varias familias se concentraron en el exterior para hacerse oír. Al final, sus protestas y lucha ha tenido frutos. El año que viene ningún niño se quedará sin comedor, un servicio básico para que sus padres puedan conciliar la vida laboral y familiar.

Daniel García Ron es el nuevo director del centro desde el viernes.