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En Mazurén se labra el futuro laboral

Un huerto de agricultura ecológica, sector al alza en el concejo, emplea a ocho trabajadores, antes parados: "Es muy entretenido y agradecido"

La finca de Mazurén, con los empleados. A. F. V.

Entre los tomates, patatas y acelgas que brotan del huerto de Mazurén, ocho trabajadores empiezan a ver brotar las semillas plantadas hace tres meses. Con historias totalmente diferentes, a todos les une un denominador común: eran parados de larga duración. Ahora son currantes del programa Actívate, una experiencia "gratificante" que les ha devuelto la ilusión y, quizás, nuevos horizontes laborales.

"Es muy entretenido, agradecido y se lleva a cabo en un entorno muy al aire libre; además estamos aprendiendo mucho", destaca José Luis Prado, uno de los participantes en el programa. Con 23 años de experiencia en el sector metal, este llanerense está dispuesto a cambiar el entorno industrial por el natural; y es que Prado sí encuentra proyección al sector, "aunque a pequeña escala". El optimismo de Prado contrasta con la visión de Ramón Lláser, quien basándose en la experiencia de los beneficiarios del mismo programa celebrado el año pasado, ve poco "viable" encontrar una oportunidad laboral en el sector. "Del año pasado no hay nadie trabajando en el ramo, por lo que hay que ser realistas. Pese a ello, me gustaría seguir ligado a este mundo", afirma este antiguo vigilante de medio litoral.

La consecución del programa Actívate otorga a todos sus participantes un certificado de profesionalidad nivel uno, con el que además de mejorar su competitividad laboral, también podrán optar a continuar su formación en la rama agrícola. "Es, sin duda, una buena opción. Si no hay trabajo, estudiar es siempre una posibilidad", abunda Lláser.

Por ello, además de muchas horas prácticas, los trabajadores también disponen de formación teórica, con la que descubren los secretos del cultivo ecológico. "Jamás hubiese pensado que las plantas pueden tener tantas enfermedades, ni que había tantas opciones para combatirlas", explica José Díaz, electricista que está "abriendo el abanico de opciones laborales" tras seis años en paro. "Quién me iba a decir a mí que iba a estar aquí trabajando; pero, oye, en realidad es una lotería", sostiene y sus compañeros asienten.

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