Hace dos fines de semana, un equipo arqueológico e investigadores de la memoria histórica realizó trabajos de exhumación en el cementerio de Bañugues. Hallaron un cuerpo y restos de otros dos que bien podían pertenecer a "Les Candases", un grupo de ocho mujeres que fueron primero fusiladas y después arrojadas por los acantilados del Cabo Peñas el 2 de junio de 1938. La primera parte de los trabajos se centró en Bañugues, donde se cree que fueron enterradas tres de las ocho mujeres.
El resto, salvo dos cuerpos que jamás devolvió la mar, están entre los cementerios de Viodo, junto al Cabo Peñas y en el de Luanco. "Ya comenzamos la investigación en Viodo, un grupo de media docena de personas inició la toma de testimonios orales casa por casa y lo mismo para Luanco", destacó Luis Miguel Cuervo, miembro de la Asociación por la Recuperación de Memoria Histórica (ARMH), el colectivo que impulsó las exhumaciones de Bañugues y también de Pravia. Cuervo reconoce que existe "poca esperanza" en el hallazgo de los restos en el camposanto de Viodo.
"Dudamos de que se conserve la fosa, en principio se cree que los restos pudieron ser trasladados a un osario, pero no está claro, de ahí que continuemos con la investigación", destacó el miembro de la ARMH, que avanzó también que su equipo volverá a revisar los archivos que aportan documentación sobre el paradero de esos cadáveres. Según la documentación inicial, los dos cadáveres enterrados en el cementerio de Viodo se corresponden con los de dos mujeres que aparecieron en el entorno de Peñas el 4 de julio de 1938, un mes y dos días después de la matanza en el cabo gozoniego. Esas dos mujeres pueden ser Plácida y Balbina López, buscadas por su sobrino nieto, el candasín Miguel García, de 36 años.
El equipo del reputado forense Francisco Etxebarria, Aranzadi, colaboró estrechamente con la ARMH en la exhumación de Bañugues. "Los cuerpos hallados hace dos semanas están actualmente en los estudios de Aranzadi, en San Sebastián. El proceso que permitirá comprobar que estos restos se corresponden con el de los familiares es lento", indicó Cuervo, que señaló además que el equipo de Aranzadi tomó muestras de saliva de los familiares de las víctimas de aquella jornada primaveral de 1938.
En el caso de la investigación de Bañugues, las hipótesis apuntan a que los restos hallados pueden ser de Rosaura Muñiz, otra de "Les Candases". Muñiz tenía 58 años cuando fue asesinada, era vecina de la calle Carlos Albo y trabajaba en la conservera Alfageme. Le busca su hijo Juan Rodríguez, que no perdió detalle de los trabajos de la exhumación de hace dos semanas. Las pruebas de ADN determinarán si se trata en realidad del cuerpo de Rosaura, dado que el lugar de enterramiento de "Les Candases" en Bañugues "estaba removido". "El trabajo en el cementerio de Bañugues fue complejo, podemos intuir que puede tratarse de una de esas víctimas al estar 'tirada boca abajo', algo no habitual en un enterramiento pero sí en los vinculados con los represaliados", destacó Luis Miguel Cuervo, que valora los trabajos en Bañugues "de manera muy positiva" pese a las dificultades.
Sobre la mujer que fue inhumada en el cementerio de Luanco hay más incógnitas. "La fosa está destrozada", expresó Cuervo. En la documentación aportada por la ARMH habla de que esa mujer del grupo de "Les Candases" fue hallada el 7 de junio de 1938 a la orilla de la playa de Moniello, cerca de Luanco. Los datos con los que cuenta la asociación hablan de un cuerpo de una mujer de 18 a 20 años que puede ser Rita Fernández Suárez, más conocida como "La Camuña", asesinada a los 21 años.
Hasta el momento, todo son hipótesis porque esos cuerpos pueden ser también de Daría González, Secunda Rodríguez, María Fernández "La Papona", Áurea Artime, que junto a las mujeres citadas forman la trágica lista de asesinadas durante el 2 de junio de 1938, cuando fueron trasladadas desde Candás hasta su lugar de muerte, los pedreros del Cabo Peñas.
