El vertido de purines al río Valdediós, en Villaviciosa, no cesa de aumentar la mortalidad en la población de truchas. Inicialmente se recogieron 135 animales muertos y el lunes otros 79, lo que suma 214 sólo en un canal de derivación y sin que el recuento haya concluido, pues ayer aún continuaban muriendo más peces.

Pescadores de la zona han calificado el suceso de "brutal" y han descrito cómo el nivel del vertido en el regato subió veinte centímetros antes de unirse al río Valdediós. Heber Arenas fue uno de los pescadores que estuvo recogiendo truchas muertas del río, unos cadáveres que entregaron a la Guardería de Medio Ambiente y al Seprona en el cuartel de la Guardia Civil de Villaviciosa ayer a primera hora de la mañana.

Hasta la zona se acercaron efectivos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), que realizarán un análisis del agua a la altura de una ganadería cercana a la unión de los ríos Valdediós y Rozaes, la única del entorno. En la zona se está construyendo una nueva ganadería, pero todavía no genera purines y tanto pescadores como vecinos esperan que no cause problemas similares.

Por desgracia no es la primera vez que este regato, afluente del río Valdediós, acaba contaminado por los purines ganaderos, que posiblemente lleven tiempo produciéndose. Quizás en menores cantidades o con el río con más caudal, una circunstancia que hace que el vertido se note menos porque el purín se diluye entre más litros de agua. Los pescadores han advertido de que, aún así, estos vertidos menores no provocan mortandad pero sí contaminación, pues acaban con los insectos acuáticos, que son la base alimenticia de los peces.